LIMA, 8 dic (Xinhua) -- Con la ejecución de diversos proyectos de envergadura mediante la iniciativa de la Franja y la Ruta, China ofrece desde el año 2013 el "pleno goce de derechos humanos" a los pueblos de diferentes países del mundo, aseguró hoy viernes a Xinhua el exdiplomático Juan Carlos Capuñay.
Para Capuñay, quien llegó a desempeñarse como embajador de Perú en China, la nación asiática ha garantizado con su iniciativa que, a través del comercio y de mayores inversiones, "mejore el nivel de vida de la población", que en muchas naciones requiere de un mayor desarrollo.
Destacó que un elemento importante es que los países que forman parte no se ven sometidos a ningún tipo de discriminación ni condicionamiento, y que al integrarse a la iniciativa la nación "escoge su plan de gobierno, los proyectos que desea realizar y la modalidad de cooperación".
"Eso es importante porque supone un respeto a la soberanía del país, supone una voluntad de que esta cooperación que se lleva adelante permita que el nivel de vida de los pueblos mejore de manera sustancial", sostuvo el exembajador, para quien además existe una "plena autodeterminación" de los pueblos.
Capuñay ofreció su opinión, luego de que se publicó el jueves el informe "Por un mundo mejor: una mirada a la última década de desarrollo conjunto de la Iniciativa de la Franja y la Ruta desde una perspectiva de los derechos humanos".
Ese informe, de la Fundación para el Desarrollo de los Derechos Humanos de China y New China Research (NCR), un grupo de expertos de la Agencia de Noticias Xinhua, explora la relación entre la iniciativa china y el desarrollo de los derechos humanos en el mundo.
El mismo se basó en un gran número de casos y datos, demostrando el papel positivo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta para ayudar a los pueblos locales a materializar mejor sus derechos de supervivencia y al desarrollo, y lograr una protección más amplia de los derechos humanos en la última década.
También resaltó que la iniciativa se ha convertido en los últimos 10 años en un bien público internacional muy popular, una plataforma de cooperación mundial y un camino hacia la felicidad, que ayuda a los países socios en la promoción de la protección de los derechos humanos y el logro de una vida mejor.
En ese sentido, el exembajador subrayó que la iniciativa se ha convertido efectivamente en un bien público internacional "por el hecho mismo de que las condiciones que ofrece este proyecto lo hacen muy asequible y lo identifican como una posibilidad para todos los países".
"No hay discriminación en cuanto a religión, en cuanto al sistema político, en cuanto a tendencia. Cualquier país que desea participar, lo puede hacer", abundó.
Precisó que, en el caso de Perú, la iniciativa permite que los proyectos de importancia se puedan ejecutar fuera de Lima, permitiendo compartir los beneficios con distintas ciudades del interior del país, incluida la selva, logrando así una "visión descentralizada de las oportunidades de cooperación".
"Y eso le da al país la posibilidad de promover un modelo inclusivo, que favorezca a la pequeña y la mediana empresa en distintas provincias, que evite toda forma de discriminación o segregación a provincias o grupos poblacionales dentro del país", continuó.
El entrevistado agregó que, en definitiva, la Iniciativa de la Franja y la Ruta "hace que desde un punto de vista global se esté edificando una sociedad con un destino y beneficios compartidos".