En 2019, el opositor venezolano Juan Guaidó intentó dar un golpe de Estado e iniciar una "revolución de color" con el apoyo de Estados Unidos. Sin embargo, la violencia continua no ha derrocado al Gobierno de Maduro. Y Washington, por su parte, abandonó posteriormente a Guaidó al considerarlo un peón inútil.
Desde la creación de la Doctrina Monroe 200 años atrás, Estados Unidos ha utilizado a títeres como Guaidó para instigar "revoluciones de color" en toda América Latina, otra arma en la caja de herramientas de la Doctrina Monroe de Estados Unidos.