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(Multimedia) ESPECIAL: Pompeya, un páramo de escombros tras mortíferos incendios en Chile

spanish.news.cn| 2024-02-05 23:30:15|
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Casas destruidas y los restos de un automóvil son vistos después de un incendio forestal, en Viña del Mar, Chile, el 3 de febrero de 2024. (Xinhua/Str)

Por Cristóbal Chávez Bravo

QUILPUÉ, Chile, 4 feb (Xinhua) -- Ráfagas y lluvias de fuego recuerdan aún pasmados los vecinos sobrevivientes de la comuna chilena de Quilpué, en el suburbio de Pompeya, en la Región de Valparaíso (centro), como una fatídica paradoja que también terminó destruida como la ciudad romana, pero ahora por los incendios que azotan al país sudamericano, los más mortíferos en su historia.

El viernes pasado, la dueña de casa, Marlene Hernández, de 59 años, iba a celebrar su cumpleaños y aunque sabía de los incendios, no le tomó importancia hasta que el fuego cambió súbitamente de dirección.

"De repente cambió la dirección del viento y ya el humo era insostenible. No se podía respirar, empezó a avanzar muy rápido y cuando ya vimos que esta cosa estaba para mal, no tuvimos tiempo para nada", señaló a Xinhua la señora Hernández, quien por fortuna logró salir.

Quilpué está a unos 120 kilómetros al noroeste de la ciudad de Santiago y su población se encumbra en los varios cerros que caracterizan su geografía como Pompeya, que tras los siniestros ha quedado como un páramo atiborrado de escombros y cadáveres, que poco a poco han sido retirados e identificados por las autoridades.

Hernández rememoró que las llamas comenzaron a quemar casa por casa; los tubos de gases explotaron y dejaron un gran número de fallecidos, entre ellos vecinos, ancianos, animales y familias completas.

"Haber perdido lo que era nuestro, nuestro sacrificio, es un dolor grande. Esto fue terrible, es terrible y va a seguir terrible", dijo con una resiliencia encomiable, porque la chilena no dudó en confesar que se unirá a sus vecinos y "tirará para arriba" tras esta catástrofe.

"No nos quedó nada, de brazos cruzados", comentó, mientras de fondo personas levantaban escombros calcinados por las llamas en Pompeya, que pareciera que hubiera sido el escenario de una guerra.

Otro de los habitantes del suburbio de Pompeya, Juan Pérez Barraza, recordó a Xinhua que la tarde del viernes pasado, cuando iniciaron los siniestros, vio algo luminoso en el cielo.

"Pareciera que hubiera llovido fuego, literal", dijo, al comentar que fue a buscar a su papá y arrancaron a un villorrio cercano que también se incendió.

Casas afectadas son vistas después de un incendio forestal, en Viña del Mar, Chile, el 3 de febrero de 2024. (Xinhua/Str)

"Fue todo muy rápido, el viento soplaba. Animales y gente botada en el suelo ahogada (...) pareciera que hubieran tirado una bomba de napalm, es un desastre. Me enteré que un amigo se murió salvando a su mamá, otra amiga murió salvando a su papá, calcinados. Perdí todo", dijo.

Según el último informe del Servicio Médico Legal chileno, al menos 99 personas han muerto en los incendios o producto de las secuelas de las quemaduras, aunque el mismo presidente de Chile, Gabriel Boric, ha señalado que la cifra aumentará.

"Una de las urgencias más acuciantes es recuperar los cuerpos de las personas que han fallecido, esto es prioritario", dijo Boric a la prensa este domingo tras visitar Quilpué.

"Se aborda con sentido de urgencia porque sabemos la angustia y el dolor terrible, lacerante, que tienen los familiares, los seres queridos y a todos quienes en el proceso de rescate de remoción de escombros les toca encontrarse con el cuerpo de una persona fallecida. Por lo mismo he instruido darle celeridad a este proceso", agregó el mandatario.

Boric decretó a partir de mañana lunes dos días de duelo nacional, tras expresar que "es Chile entero el que sufre y llora a nuestros muertos".

Anunció, además, que adelantará el toque de queda en Limache, Quilpué, Villa Alemana y Viña del Mar desde las 18:00 hora local hasta las 10:00 de mañana del lunes para facilitar la acción de vehículos, equipos de emergencia y el apoyo a víctimas.

Los incendios, que iniciaron el viernes pasado en diferentes puntos por motivos que aún se investigan, han quemado al momento más de 11.000 hectáreas en varias localidades de la región de Valparaíso.

Se contabilizan, además, entre 3.000 y 6.000 viviendas con algún tipo de destrucción, en medio de una ola de calor que azota a la nación sudamericana este verano austral.

A raíz de la emergencia, se ha decretado estado de excepción por catástrofe para desplegar recursos extras y permitir la intervención de los militares, al tiempo que se declaró una alerta sanitaria en la región.

Se trata de la peor tragedia en el país sudamericano desde el terremoto de magnitud 8,8 de 2010 que dejó 525 personas muertas, según cifras oficiales, tanto por el sismo como por el posterior tsunami que azotó la zona centro-sur del país sudamericano.

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