BEIJING, 13 mar (Xinhua) -- El líder chino, Xi Jinping, ha hecho sonar el clarín de la reforma durante la temporada política anual clave del país, disipando las preocupaciones sobre si la reforma de China está "estancada" o su economía está "perdiendo fuelle".
"Debemos planificar grandes medidas para profundizar en la reforma con el fin de inyectar un fuerte ímpetu en la promoción de un desarrollo de alta calidad y en el avance de la modernización de China", declaró el presidente Xi en las sesiones anuales del máximo órgano legislativo y del máximo órgano asesor político de China, las "dos sesiones", que concluyeron el lunes.
China se encuentra actualmente en una coyuntura crítica, en la que Xi está dirigiendo el país para hacer realidad la ambiciosa "modernización china", al tiempo que se enfrenta a grandes desafíos, como la presión económica a la baja tras la pandemia del COVID-19, el aumento del proteccionismo y la represión de las naciones occidentales, al igual que los riesgos asociados al sector inmobiliario, las deudas de los gobiernos locales y algunas instituciones financieras pequeñas y medianas.
De hecho, Xi ha impulsado siempre la reforma en la adversidad y ha tenido que romper los bloqueos de los intereses creados. "Necesitamos el valor para 'aventurarnos en la montaña a pesar de saber perfectamente que hay tigres' y hacer avanzar continuamente la reforma", afirmó.
Alrededor del año en que se convirtió en secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), se produjeron casos de corrupción por compra de votos en la elección de legisladores o funcionarios del Partido en las provincias de Liaoning, Hunan y Sichuan.
"Funcionarios corruptos permitieron que empresas que pagaban sobornos obtuvieran proyectos ilegalmente o manipularan el mercado", dijo un funcionario local, aludiendo a la preocupación que suscitaba entonces el entorno empresarial en las provincias nororientales a lo largo de la franja del óxido.
Xi inició una "tormenta" anticorrupción sin precedentes. La lucha contra la corrupción es beneficiosa para purificar el "ecosistema político", así como el "ecosistema económico", y es propicia para enderezar el orden del mercado y restaurarlo a lo que debe ser, aseveró.
La campaña anticorrupción de "tolerancia cero" sigue rugiendo. En 2023 causó sensación en diversos sectores, como las finanzas, los cereales, la sanidad, los semiconductores e incluso los deportes.
Cientos de altos cargos del gobierno, ejecutivos de bancos y directores de hospitales, e incluso figuras como el presidente de la Asociación de Fútbol de China y el exentrenador de la selección nacional masculina de este deporte, fueron investigados o imputados.
Las revelaciones, especialmente en el sector del fútbol, fueron estremecedoras: los sobornos podían determinar el resultado de los partidos, socavando la competencia leal basada en el mercado.
Xi se ha centrado en remodelar el "mecanismo de competición" mediante la reforma. Abogó por la necesidad de reformar el Partido, que existe desde hace más de un siglo, pidiendo "la más profunda autorrevolución".
Bajo su liderazgo, se construyó un sistema de autogobierno del Partido completo y riguroso, y se ha configurado un sólido sistema reglamentario de este. Asimismo, se mejoró el sistema de inspección y se estableció el sistema nacional de supervisión, "confinando el poder a una jaula institucional".
También se inició una reforma sin precedentes de las instituciones del Partido y del Estado para "abordar cuestiones importantes y difíciles que atraen la atención general".
Esta reforma desmanteló aún más los intereses creados. Xi ha pedido tener determinación para "ofender a unos pocos miles en lugar de fallar a los 1.400 millones de chinos".
"Corrigió la mentalidad de medir el éxito del desarrollo simplemente por el crecimiento del PIB y permitió que la reforma tocara de verdad los intereses de algunas personas", destacó un funcionario de la provincia de Shaanxi.
Igualmente, recordó que Xi había dado seis instrucciones para reprimir la construcción ilegal de villas por parte de funcionarios en connivencia con empresas en las reservas naturales de las montañas Qinling. Esto es un reflejo de la resistencia local que encontraba entonces la reforma en el campo ecológico.
Xi impulsó la autorrevolución del Partido para guiar el cambio social. El Partido ha tomado la iniciativa de eliminar las deficiencias institucionales en el desarrollo social para desbloquear las fuerzas productivas, como explica Liu Bingxiang, profesor de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh.
En este sentido, el presidente chino ha abogado por avanzar plenamente en la gobernanza basada en la ley, esforzándose por resolver los viejos problemas relacionados con que el poder prevalezca sobre la ley y las relaciones personales se impongan a los principios legales.
En una ocasión arremetió contra el fenómeno de que "el dinero puede comprar la exención de penas e incluso la vida". En otra oportunidad manifestó: "La economía socialista de mercado es una economía basada en el crédito y el imperio de la ley".
Ha dado instrucciones para la formulación y revisión de una serie de leyes, entre ellas la Ley Antimonopolio, que proporcionó la base legal para el sistema de revisión de la competencia leal.
También mejoró el régimen jurídico de los derechos de propiedad intelectual. En un caso típico de 2020, la leyenda del baloncesto estadounidense Michael Jordan ganó un juicio en Shanghai, en el que se ordenó a una empresa china que dejara de utilizar "Qiao Dan", la traducción china de Jordan, en su nombre y en las marcas de sus productos.
Por lo tanto, las reformas de Xi no solo han conducido a la transformación económica. Han afirmado que la esencia de la modernización reside en la modernización de las personas.
Estas transformaciones también significan una reelaboración del marxismo para adaptarlo a la nueva era, integrando sus principios básicos con las realidades específicas de China y su espléndida cultura tradicional.
Xi ha orientado las reformas hacia un objetivo global: mantener y mejorar el sistema del socialismo con peculiaridades chinas y modernizar el sistema y la capacidad de gobernanza del país.
Sin duda, la consecución de este objetivo requiere un proceso largo y difícil.