BEIJING, 2 abr (Xinhua) -- El presidente chino, Xi Jinping, sostuvo hoy martes una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a petición de este último. Los dos presidentes mantuvieron un sincero y profundo intercambio de puntos de vista sobre las relaciones China-Estados Unidos y asuntos de interés mutuo.
El presidente Xi destacó que su reunión en San Francisco con el presidente Biden en noviembre pasado abrió la Visión de San Francisco orientada al futuro. En los últimos meses, sus funcionarios han actuado seriamente conforme a los entendimientos presidenciales. La relación China-Estados Unidos está comenzando a estabilizarse, lo cual es bienvenido por ambas sociedades y por la comunidad internacional. Por otro lado, los factores negativos de la relación también han ido en aumento, y esto requiere atención de ambas partes.
El presidente Xi enfatizó que la cuestión de la percepción estratégica siempre es fundamental para las relaciones entre China y Estados Unidos, al igual que el primer botón de una camisa que hay que poner bien. Dos grandes países como China y Estados Unidos no deben cortar sus vínculos ni darse la espalda entre sí, y mucho menos caer en un conflicto o una confrontación. Los dos países deben respetarse mutuamente, coexistir en paz y buscar una cooperación de beneficio mutuo. La relación debe continuar avanzando de manera estable, sana y sostenible, en vez de retroceder.
El presidente Xi subrayó tres principios fundamentales que deben guiar las relaciones entre China y Estados Unidos en 2024. En primer lugar, se debe valorar la paz, dijo, y agregó que las dos partes deben poner una base de no conflicto y no confrontación que sustente a las relaciones y seguir reforzando la perspectiva positiva de las relaciones. En segundo lugar, se debe dar prioridad a la estabilidad. Ambas partes deben abstenerse de hacer retroceder las relaciones, provocar incidentes o cruzar la línea, en aras de mantener la estabilidad general de las relaciones. En tercer lugar, se debe mantener la credibilidad, dijo Xi, y señaló que las dos partes deben cumplir sus compromisos entre sí a través de acciones y convertir en realidad la Visión de San Francisco. Ambas partes necesitan fortalecer el diálogo de una manera mutuamente respetuosa, gestionar las diferencias con prudencia, promover la cooperación con un espíritu de beneficio mutuo e intensificar la coordinación en asuntos internacionales de manera responsable.
El presidente Xi afirmó que la cuestión de Taiwan es la primera línea roja que no debe ser cruzada en las relaciones entre China y Estados Unidos. Frente a las actividades secesionistas proclives a la "independencia de Taiwan" y al estímulo y apoyo externos a ellas, China no se va a quedar de brazos cruzados.
Xi instó a la parte estadounidense a traducir en acciones concretas el compromiso del presidente Biden de no apoyar la "independencia de Taiwan". La parte estadounidense ha adoptado una serie de medidas para reprimir el desarrollo comercial y tecnológico de China, y está añadiendo cada vez más entidades chinas a sus listas de sanciones. Esto no es "eliminar riesgos" sino crearlos. Si la parte estadounidense está dispuesta a buscar una cooperación de beneficio mutuo y compartir los dividendos del desarrollo de China, siempre encontrará abierta la puerta de China; pero si se mantiene firme en contener el desarrollo de alta tecnología de China y privarla de su legítimo derecho al desarrollo, China no se quedará sentada y mirando.
El presidente Xi declaró la posición de China respecto de asuntos relacionados con Hong Kong, derechos humanos, el Mar Meridional de China y otras cuestiones.
El presidente Biden destacó que la relación entre Estados Unidos y China es la relación más trascendental del mundo. Los avances en la relación desde la reunión de San Francisco demuestran que las dos partes pueden impulsar la cooperación a la vez que gestionan de forma responsable sus diferencias.
El presidente Biden reiteró que Estados Unidos no busca una nueva Guerra Fría, que su objetivo no es modificar el sistema de China, que sus alianzas no están dirigidas contra China, que Estados Unidos no apoya la "independencia de Taiwan" y que Estados Unidos no busca el conflicto con China. Estados Unidos sigue la política de una sola China. El éxito de China favorece a los intereses del mundo. Estados Unidos no busca frenar el desarrollo de China ni busca el "desacoplamiento" de China. Estados Unidos enviará próximamente a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y al secretario de Estado, Antony Blinken, a visitar China para reforzar el diálogo y la comunicación, evitar errores de cálculo y promover la cooperación, para así impulsar la relación por una vía estable y responder conjuntamente a los desafíos globales.
Los dos presidentes también intercambiaron opiniones sobre la crisis en Ucrania, la situación en la península de Corea y otros asuntos.
Los dos presidentes consideraron que la llamada telefónica fue sincera y constructiva. Ambas partes acordaron mantenerse comunicadas, y encargaron a sus equipos que cumplieran la Visión de San Francisco, incluyendo impulsar los mecanismos de consulta en asuntos diplomáticos, económicos, financieros, comerciales y de otra índole, así como la comunicación entre ejércitos, mantener el diálogo y la cooperación en ámbitos como antinarcóticos, inteligencia artificial y respuesta al cambio climático, tomar más medidas para aumentar los intercambios entre pueblos, y ampliar la comunicación en asuntos regionales e internacionales. La parte china dio la bienvenida a las visitas que realizarán a China en un futuro cercano la secretaria del Tesoro Yellen y el secretario de Estado Blinken.