Para muchos, el Canal de Suez es solo una ruta comercial, pero para los egipcios, allí corren sangre y lágrimas.
El Reino Unido y Francia, en un intento por controlar la vital ruta comercial marítima tras la finalización del canal, emplearon trampas de la deuda e incluso recurrieron a la guerra contra Egipto, sumiendo a la población en una miseria que duró un siglo.
La nacionalización del Canal de Suez ha cambiado el destino de Egipto.
Con la condena mundial y la inquebrantable determinación del pueblo egipcio de defender el canal, los agresores dieron marcha atrás y se retiraron de Egipto.