SHENYANG, 10 may (Xinhua) -- Un automóvil eléctrico BMW i5 salió de la línea de ensamblaje el miércoles en Shenyang, capital de la provincia de Liaoning, en el noreste de China, convirtiéndose en el número seis millones producido por BMW Brilliance Automotive (BBA), la empresa conjunta del Grupo BMW en el país asiático.
Esto ocurrió apenas 15 meses después de que se fabricara el auto número cinco millones de esta empresa conjunta.
Hace menos de medio mes, el gigante automovilístico alemán anunció una inversión adicional de 20.000 millones de yuanes (unos 2.800 millones de dólares) en su base de producción en Shenyang.
La inversión se utilizará para la modernización e innovación tecnológica de la planta de Dadong de BBA, que se espera siente las bases para la fabricación localizada de la nueva generación de modelos de BMW, conocida como Neue Klasse, en 2026.
Mientras consolidan sus proyectos futuros, su mercado e investigación en China, cada vez más firmas con financiación extranjera, como el Grupo BMW, se muestran optimistas respecto al sector chino de los vehículos de nueva energía (VNE), e inyectan continuas inversiones y aprovechan más oportunidades en el país.
El Grupo Volkswagen ha establecido allí su mayor centro de investigación y desarrollo fuera de Alemania, centrándose en desarrollar vehículos inteligentes conectados.
El éxito de las empresas con financiación extranjera en China es inseparable del mercado a gran escala del país. En este, el segmento de los VNE se encuentra lejos de estar saturado y seguirá manteniendo una dinámica de crecimiento cada vez más veloz y fuerte en comparación con los mercados europeos y americanos, según Ferdinand Dudenhoeffer, director del Instituto Centro de Investigación Automotriz en Bochum, Alemania.
En 2023, la producción y las ventas de automóviles chinos alcanzaron 30,2 millones y 30,1 millones de unidades, respectivamente, lo que representa incrementos interanuales del 11,6 y el 12 por ciento. De esos totales, se produjeron 9,6 millones de VNE, lo que supone un aumento interanual del 35,8 por ciento, y se vendieron 9,5 millones, un 37,9 por ciento interanual más.
Igualmente, en términos de producción y ventas, el mercado automovilístico de China ha ocupado el primer lugar global por 15 años consecutivos, mientras que por nueve años seguidos ha permanecido también a la cabeza en el mundo en la fabricación y venta de VNE. Asimismo, el país exportó un récord de 4,9 millones de vehículos en 2023, un incremento interanual del 57,9 por ciento.
Teniendo en cuenta estos logros, su mercado claramente brilla como un faro de oportunidades en el escenario global.
En 2023, BMW logró entregar más de 375.000 vehículos eléctricos en todo el mundo, un incremento interanual del 74,2 por ciento, y aproximadamente 100.000 de ellos se destinaron a China. Por su parte, el Grupo Volkswagen envió el año pasado alrededor de 191.800 de dichos vehículos al mercado chino, un aumento interanual del 23,2 por ciento.
Actualmente, la industria manufacturera china está acelerando su transformación y modernización hacia un desarrollo ecológico, inteligente y de alta gama, creando más oportunidades de desarrollo y atrayendo inversión del exterior en campos de alta tecnología.
Para múltiples compañías automovilísticas extranjeras, China no solo es el mercado individual más grande del planeta sino también una importante fuente de innovación. Por ejemplo, el Grupo BMW ha establecido allí su mayor sistema de investigación y digitalización por fuera de Alemania.
De igual modo, Mercedes-Benz ha avanzado notablemente con la innovación en China. En 2023, sus ventas en el país ascendieron a 765.000 unidades, lo que representa el 29,6 por ciento de sus ventas mundiales y convierte al chino, una vez más, en su mayor mercado regional.
Cabe destacar que el primer lote de estaciones de gran carga de la compañía ya está en funcionamiento en el país. Hasta ahora, sus servicios públicos de carga han llegado a más de 360 ciudades chinas.
El mercado chino seguirá creciendo y desempeñará un papel de liderazgo innovador en la industria, aseguró Ola Kaellenius, presidente de la junta directiva del Grupo Mercedes-Benz, quien señaló que China no es únicamente el mercado más grande para los VNE en el mundo, sino también su centro de innovación, con empresas líderes y una cadena de suministro madura en el sector de las nuevas energías.
El crecimiento y auge de los fabricantes chinos de automóviles nacionales significa que la competencia en el mercado automotriz continúa intensificándose. El compromiso de China en el sentido de alcanzar el pico de emisiones de carbono para 2030 y la neutralidad de carbono en 2060 también quiere decir que más fabricantes en el país, que cuentan con financiación extranjera, enfocan su atención en los campos de la movilidad inteligente y los VNE.
Ubicada en la ciudad de Changchun, capital de la provincia de Jilin, en el noreste del país, Audi FAW NEV Co., Ltd. es la primera base de producción de Audi en China dedicada a la fabricación de modelos eléctricos.
Con una inversión prevista superior a los 30.000 millones de yuanes, la firma está acelerando la construcción de este proyecto de VNE, cuyo objetivo es entrar en producción a finales de 2024 y contar con una capacidad anual de más de 150.000 vehículos.
La afluencia de inversión del exterior al vasto mercado chino refleja no solo el atractivo que este despierta, junto con sus políticas favorables, sino también la aspiración colectiva por una cooperación mutuamente beneficiosa.
La expansión de la apertura institucional, el mayor acceso a los mercados y la mejora de los servicios para los inversores extranjeros en China se han combinado para inyectar nueva vitalidad e impulso a la cooperación económica y comercial mundial.
Los datos publicados por el Ministerio de Comercio chino mostraron que en los primeros dos meses de 2024, el número de empresas con inversión extranjera recientemente establecidas en todo el país había llegado a 7.160, un aumento interanual del 34,9 por ciento, el nivel más alto en casi cinco años.
