Imagen sin fechar cedida por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) del anverso del nuevo billete de 10.000 pesos, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. (Xinhua/BCRA)
BUENOS AIRES, 9 may (Xinhua) -- Pese a las acciones en materia fiscal que lleva a cabo el presidente Javier Milei en Argentina, la inflación continúa como un flagelo y un problema social y económico de primer orden, por lo que la circulación de nuevos billetes de mayor denominación es una confirmación de este problema histórico y persistente, consideró hoy jueves el economista Jorge Marchini.
El vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana conversó con Xinhua a propósito de la reciente puesta en circulación del billete de 10.000 pesos argentinos (unos 11 dólares) en el país y la emisión de un próximo ejemplar de mayor denominación para fines de año, en un entorno inflacionario y una economía recesiva que plantea interrogantes hacia el futuro.
"La aparición del billete de mayor denominación es reflejo de un fracaso histórico de la política argentina sobre el manejo de la inflación. Estamos hablando de que a principios del siglo había paridad cambiaria y hoy la moneda local, respecto del dólar, tiene tres ceros adicionales de diferencia", aseveró Marchini.
La emisión del nuevo ejemplar responde a una necesidad de practicidad debido al alto nivel de precios, continuó el economista, al comentar que la inflación ha empezado a impactar inclusive al dólar, éste último depreciado respecto de bienes y servicios.
"La economía argentina sigue siendo inflacionaria, pero el debate en el país se centra sobre las causas de esta alza de precios, con opiniones muy divididas", precisó el también profesor de economía en la Universidad de Buenos Aires.
El experto remarcó que en la actualidad la emisión monetaria "está muy controlada", por lo que la inflación no responde a un tema de "absorción" de dinero circulante.
"Es una economía que está en plena recesión, por lo tanto no puede decirse que hay demasiada demanda de bienes y poca oferta o que la situación actual de los precios se deba a presiones de demanda", agregó.
Respecto al problema del déficit fiscal que también ha sido histórico en Argentina, Marchini consideró que ha contribuido a la inflación y ha impactado de manera negativa en la economía argentina, al generar un endeudamiento interno oneroso.
El entrevistado mencionó en tal sentido fallas de corte estructural en la balanza de pagos e ingreso de divisas.
Para el académico, estos problemas "estructurales" de la economía local comienzan a "chocar" con las expectativas de Milei de bajar rápido la inflación, aun cuando el alza de precios haya bajado de un ritmo mensual de más del 25 por ciento a fines del año pasado, a cerca de un 10 por ciento actual, cifra que "sigue siendo muy alta".
"Hay un anclaje cambiario, es decir, una devaluación menor del peso frente al dólar que la propia inflación y esto trae otros problemas en perspectiva, como por ejemplo, lo concerniente a los precios relativos internacionales, eventuales fenómenos de 'carry trade', movimientos especulativos de capital", dijo
Consultado sobre los planes anunciados por el Gobierno de Milei de dolarizar la economía y su compatibilidad con la emisión de nuevos billetes en moneda local, el economista consideró inviable la posibilidad de cambiar la moneda y anclarla a la divisa en el corto plazo.
"Creo que hoy en día la dolarización no está presente. Argentina tiene un problema muy serio de balanza de pagos", remarcó.
"En cuanto a deudas, sobre todo, tiene que juntar dólares y no tiene capacidad de obtener los dólares suficientes como para encarar con mayores reservas un canje total de la emisión monetaria en pesos por dólares", agregó el entrevistado.
A decir del experto, el planteamiento de Milei constituye hasta ahora una idea muy propia de su campaña electoral, que pierde fuerza ante la realidad de la economía argentina.
Marchini, sin embargo, opinó que de concretarse la propuesta, la economía podría enfrentarse a grandes riesgos.
Evocó al respecto el período de la convertibilidad de los años 90 del siglo pasado, que desde el punto de vista del especialista constituyó una "mala experiencia", sobre todo por "la desarticulación de la economía argentina hacia el exterior".
