BUENOS AIRES, 14 jul (Xinhua) -- El reciente aumento de los dólares paralelos en Argentina respondería a factores como el ritmo de inflación por encima de la tasa de devaluación oficial, así como a la política de baja de tasas de interés, aseguró hoy domingo el economista especialista en mercados Gustavo Neffa.
El director de la firma Research for Traders dialogó con Xinhua a propósito del incremento en hasta el 10 por ciento de los dólares paralelos en el país sudamericano en lo que va de julio, que siguió a los aumentos del 18 y 11 por ciento registrados en mayo y junio, respectivamente.
Consideró que la razón que explica el aumento de los dólares paralelos en Argentina "es el atraso cambiario", detallando que "básicamente el dólar actúa como un bien más y al ver que la inflación es del 4,6 por ciento en junio y venimos de un alza de precios de hasta del 25 por ciento, se acumula el atraso cambiario", señaló Neffa.
"El 'crawling peg' (devaluación progresiva del tipo de cambio oficial) del 2 por ciento mensual, con una inflación de 4,6 en promedio y que fue mucho mayor en meses anteriores, hace que el tipo de cambio se atrase en términos reales", explicó el economista.
El también profesor en la Universidad de Buenos Aires señaló que el ritmo de devaluación oficial muy por debajo de la inflación "dificulta el tema de las exportaciones y la liquidación de los exportadores, quienes estuvieron muy renuentes a liquidar la cosecha de este año que fue muy buena, la mejor desde el año 2018-2019 y de buena generación de divisas para el país".
En Argentina, rige para el sector agroexportador un esquema de liquidación de divisas denominado "blend" (mixto), en el que el 80 por ciento de los dólares que le ingresan por concepto de despachos al exterior deberán ser liquidados bajo la cotización del dólar oficial (unos 921,75 pesos por unidad) y el 20 por ciento restante al precio del segmento financiero "Contado con liquidación" (unos 1.434 pesos por unidad).
Otro factor que impulsa el precio del dólar en el mercado paralelo argentino sería la política del Banco Central de la República Argentina (BCRA) de bajar la tasa de interés en la medida que se va desacelerando la inflación en el país.
El economista señaló que el presidente argentino, Javier Milei, al asumir el Gobierno, heredó una tasa de interés del 133 por ciento, que en poco más de siete meses ha sido llevada al 40 por ciento, una baja que ha provocado que los ahorristas e inversionistas se vayan al dólar aumentando la demanda.
Neffa explicó que "la política de la baja de la tasa de interés fue básicamente para reducir el costo del déficit cuasifiscal del Banco Central, porque esa tasa de referencia era la tasa de referencia de los pases, que era la deuda remunerada" de la entidad monetaria.
"El Gobierno y el Banco Central primero le bajaron el costo a esta deuda y después empezaron con la reducción de las cantidades, finalmente se decretó la 'muerte' de esos pases y la eliminación por completo de los compromisos del Banco Central a través de la migración de esa deuda al Tesoro", detalló.
Neffa se refirió así a la reciente medida del Gobierno argentino tendiente a la "emisión monetaria endógena cero", en la que a través de una Letra Fiscal de Liquidez (Lefi), recientemente instrumentada, el Gobierno absorberá los pasivos remunerados del Banco Central, estimados en aproximadamente 18 billones de pesos (unos 19.500 millones de dólares).
"De esta manera, el Banco Central argentino pasará de tener un déficit cuasifiscal del 10 por ciento del producto interno bruto (PIB) aproximado, a posiblemente converger al 0 por ciento en los próximos meses", dijo.
Para Neffa, la diferencia que resulta de las distintas cotizaciones del mercado oficial y paralelo de divisas se continuará profundizando si la inflación sigue a niveles del 4 por ciento mensual en promedio, mientras el tipo de cambio oficial se devalúa solo el 2 por ciento mensual.
"La brecha cambiaria actual es del 55 por ciento, tomando en cuenta el segmento Contado Con Liquidación en relación al dólar oficial 'mayorista', es decir, esta brecha hoy está más cerca del techo que había alcanzado tiempo atrás que de su piso, y probablemente se mantenga en un valor alto", apuntó.
Agregó que ante el ensanchamiento de la brecha cambiaria "los agentes económicos pueden aumentar las presiones, pero el Gobierno se niega a devaluar porque eso atenta contra sus objetivos de controlar la inflación, y la estabilidad de precios es uno de los principales mandamientos del Gobierno de Milei".
"El Gobierno ha desmentido que habrá una devaluación a corto plazo. Puede no suceder en el corto plazo, pero para el cuarto trimestre habrá muchas más presiones alrededor del tema", concluyó el economista.