BRASILIA, 11 sep (Xinhua) -- Especialistas brasileños afirmaron hoy que un eventual tratado de libre comercio entre el Mercosur y China podría transformar profundamente las relaciones comerciales y económicas entre las partes, generando tanto oportunidades como desafíos para los países miembros del bloque sudamericano.
Los posibles impactos de un acuerdo semejante fueron discutidos en el evento Reflexiones sobre un posible Tratado de Libre Comercio Mercosur-China, organizado por la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA) en Brasilia.
En la ocasión fue presentado un estudio del Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC), patrocinado por la CNA, que analizó los efectos que un potencial arreglo comercial tendría sobre las inversiones, las cadenas de valor y la competitividad de los dos mercados.
Fernando Ribeiro, economista del estatal Instituto de Encuesta Económica Aplicada (IPEA, sigla en portugués), uno de los autores del estudio, presentó un resumen de las conclusiones.
"Hicimos una simulación considerando un horizonte de diez años para el levantamiento del acuerdo y tres tipos de shocks: aranceles de importación (reducción a cero en diez años), barreras no arancelarias técnicas (reducción diferenciada para cada sector) y barreras no arancelarias no técnicas (reducción del 90 por ciento del equivalente ad valorem, realizada de forma gradual y uniforme en diez años)", explicó.
Destacó que los efectos macroeconómicos del acuerdo apuntan beneficios para todos los países.
"Brasil tiene una ganancia del 1,43 por ciento del PIB en diez años, lo que en cifras supondrá unos 30.000 millones de dólares. En términos de valor da una idea aproximada. Pero tenemos un aumento significativo de la inversión, superior al 7 por ciento, un aumento de los salarios reales, un aumento de las importaciones y de las importaciones, y también de las ganancias de bienestar que la sociedad en su conjunto está viendo como resultado de este acuerdo", señaló.
Los resultados serían positivos también para Argentina, Paraguay y Uruguay, los países fundadores del Mercosur. En términos de sectores, la agroindustria sería la gran ganadora, por gran capacidad competitiva.
"Las ganancias en el PIB, por ejemplo, en estos países son incluso mayores que en el caso de Brasil. Mientras que en el caso de China, hay ganancias, pero son pequeñas en términos porcentuales, lo que es comprensible porque China es una economía mucho mayor", dijo.
Según Ribeiro, sería fundamental incorporar la reducción de las barreras no arancelarias en las negociaciones, porque eso permitirá maximizar los efectos positivos del acuerdo.
Renato Bauman, economista del IPEA y exdirector en Brasil de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), también uno de los autores, explicó que se tomó como referencia la experiencia del acuerdo de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN) con China.
"La cuota de China en las importaciones procedentes de los países de la ASEAN pasó del 3 por ciento al 22 por ciento. Sin embargo, al mismo tiempo que esto ocurría, se produjeron algunos procesos de intensificación del entrelazamiento del proceso de producción a escala nacional", dijo.
Destacó que "esto ha dado lugar a un aumento significativo del superávit en las relaciones con terceros países, Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, de modo que en total ha compensado con creces el déficit con China".
Consideró que un acuerdo Mercosur-China podría traer inversiones transfronterizas que ayuden a remover barreras dentro de los países vecinos del Cono Sur, en términos de transporte, energía y comunicaciones, como también inversiones en competitividad.
Jorge Arbache, profesor de Economía de la Universidad de Brasilia y asesor de la CEBC, resaltó que China tiene un gran apetito por participar en infraestructuras y Beijing tiene una capacidad de financiamiento externo que puede ser útil para los países de la región.
"Ahora, más importante que la infraestructura para que los países exporten para China, es que ella contribuya para desarrollar una infraestructura de interés regional. Esa infraestructura empieza por la logística, la energía, las telecomunicaciones, la inteligencia artificial, la economía digital. China tiene mucho que contribuir en todas esas áreas, mucho", dijo.
Enfatizó en que "la infraestructura es un punto crucial". "Tenemos que explorar esta infraestructura que China ofrece al resto del mundo", reiteró.
André Dobashi, de la comisión de Cereales, Fibras y Oleaginosas de la CNA, dijo que un sector de gran importancia en términos de infraestructura es mejorar la capacidad de almacenamiento de la agroindustria local, que presenta un gran déficit.
"Entonces podremos apoyar muchos otros productos que precisan capacidad de almacenamiento. Otros tipos de cereales, como el sorgo, la avena, el trigo", explicó.
Gustavo Ribeiro, coordinador de la División de Acceso a Mercados de ApexBrasil, resaltó el fuerte crecimiento del comercio con China en los últimos 20 años, así como el aumento sostenido de las inversiones chinas en los últimos años.
"Cuando se analiza la participación china en términos de inversiones en Brasil, se trata de una inversión de altísima calidad en términos de sectores. Está concentrada en sectores que involucran la transición energética, la energía eólica, el parque solar, la propia electrificación de nuestra industria automotriz", detalló.
Para él, si hubiera un mandato para iniciar una negociación para un acuerdo de libre comercio con China, es necesaria una visión más amplia de cómo se desarrolla esta relación.
