LA PAZ, 24 sep (Xinhua) -- El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019), corrigió hoy martes las polémicas declaraciones respecto al ultimátum dado al presidente Luis Arce para que en el plazo de 24 horas destituyera a varios de sus ministros si quería mantener el Gobierno, al aclarar que lo que busca con ello es que se mejore "la gestión".
Morales aclaró en conferencia de prensa desde la ciudad central de Cochabamba que su exigencia no busca desestabilizar al Gobierno de Arce, sino "mejorar la gestión" del Ejecutivo.
"Dijimos cambie ministros para mejorar la gestión, no estamos diciendo fuera Lucho (...) lo que hemos pedido claramente es que renuncien los ministros corruptos", precisó.
Expresó su molestia por lo que considera un acto de discriminación, al haber sido convocado a una reunión de diálogo con Arce en el Ministerio de Educación, en lugar de la Casa Grande del Pueblo, sede de la Presidencia, en la ciudad de La Paz.
El cambio de tono del exmandatario boliviano se produce después de que el Gobierno de Arce presentó una denuncia formal ante la comunidad internacional, al acusar a Morales de "amenazar" el orden democrático con el ultimátum.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia difundió el lunes un comunicado en el que señala que cualquier tipo de coacción es contraria a la "voluntad del pueblo expresada en las urnas".
Morales, quien lidera una facción del partido oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), sostuvo que sus demandas se centran en la gestión y no en una ruptura con el presidente.
Expuso que el objetivo es que el Gobierno atienda las demandas sobre el abastecimiento de combustible y aclaró que no habrá nuevas movilizaciones tras cumplirse el nuevo plazo dado de 48 horas.