Arándanos peruanos, aguacates chilenos, plátanos ecuatorianos, carne de res brasileña...
Aunque el joven caribeño Sergio Gómez se encuentra en Tianjin, una municipalidad del norte de China, a miles de kilómetros de casa, aun puede hacer una compra latinoamericana.
¿Cómo es posible que haya tantos productos de América Latina en China?
En Tianjin, donde está el puerto integral más grande del norte de China, se han abierto recientemente tres nuevas rutas directas a América Latina, cubriendo los principales puertos de esa región.
A través de estos canales logísticos marítimos más eficientes y convenientes, los productos frescos latinoamericanos, como frutas, carne y mariscos, hacen cada vez más rica y variada la mesa de los consumidores chinos. Entretanto, desde aquí se envían con destino a América Latina productos químicos, vidrio, acero enrollado y automóviles.
En china, la ruta hacia la costa de América Latina sobre el Pacífico tiene un nombre muy llamativo, que podría traducirse como el "expreso de las frutas".
Por esta ruta, los arándanos peruanos y las cerezas chilenas desembarcaron por primera vez en el puerto norteño chino. Anteriormente, la mayoría de estas frutas frescas se importaban a través de los puertos de Shanghai y Shenzhen, en el sur, y luego se transportaban por tierra al norte. Desembarcar en el puerto de Tianjin acorta la distancia de transporte.
Además, las autoridades del puerto, las aduaneras y las de logística trabajan en conjunto para garantizar el menor tiempo de estancia posible. Así, clientes a cientos de kilómetros a la redonda pueden disfrutar de cada lote de arándanos frescos en menos de un día.
El aumento de la presencia de productos frescos latinoamericanos en el mercado chino es una demostración de la cada vez más estrecha cooperación económica y comercial entre las dos partes. El país asiático se ha mantenido como el segundo socio comercial de la región desde el año 2012. En 2023, el comercio de productos agrícolas entre China y América Latina alcanzó los 81.030 millones de dólares, el doble que hace 10 años.
El comercio de productos agrícolas es un vivo ejemplo de la cooperación pragmática entre ambas partes. Nada sería posible sin la cooperación pragmática que se ha desarrollado entre China y América Latina a lo largo de la última década.
Puertos como el de Tianjin son puntos de enlace que acercan mercados, nos traen los bienes de mayor calidad del otro lado del mundo y mejoran la vida de la gente.■