Por Yang Jingli y Zhang Wenshi
BEIJING, 16 ene (Xinhua) -- En un evento de Año Nuevo, organizado en Beijing por un taller de joyería situado en la calle Xinyuannanlu, los collares, aretes y anillos cautivaron tanto a clientes chinos como extranjeros.
Paloma Sánchez, diseñadora española de joyas y responsable del taller, compartió pacientemente las historias creativas detrás de sus exquisitos diseños. Las piezas combinan la delicadeza de la estética china con la sofisticación del diseño occidental. Entre ellas, la serie más destacada fue "Arte de Diancui".
El "Diancui", que literalmente significa "baño de azul", es una técnica tradicional china de joyería que consiste en crear una base de metal con patrones decorativos, sobre la cual se incrustan plumas para elaborar piezas únicas. Esta técnica milenaria alcanzó su apogeo durante la dinastía Qing (1644-1911).
"Me inspiré en la técnica tradicional china de Diancui y la combiné con mis habilidades en incrustaciones occidentales. Aquí, las culturas oriental y occidental se encuentran en perfecta armonía", explicó Sánchez.
La pasión de Sánchez por la joyería comenzó en su juventud. En 1981, con solo 21 años, tuvo su primer contacto con la extracción de piedras preciosas en Venezuela, experiencia que despertó su sueño de convertirse en diseñadora. Posteriormente, estudió en el Instituto Gemológico de América, donde se graduó en 1988, iniciando así su carrera en el diseño de joyas.
"Desde pequeña soñaba con visitar China. Para mí, era un lugar lejano y misterioso", recordó Sánchez.
Finalmente, en 2006 llegó al país asiático, donde visitó numerosos museos en Beijing buscando inspiración en las joyas imperiales de la antigua China.
A medida que profundizaba sobre la estética china, caracterizada por su suavidad y equilibrio, Sánchez empezó a comprender la filosofía de armonía que define esta tradición. Las antiguas joyas chinas la impactaron mucho, lo que la llevó a crear la serie "Arte de Diancui", uniendo lo mejor de las culturas china y occidental.
"En el diseño chino, todo tiene que ser envolvente, sin terminar en punta. Creo que esa es una de las grandes influencias que he recibido", comentó Sánchez.
En 2014, lanzó su serie "Yunnan". Y, en 2016, se inspiró en la cultura del budismo tibetano para crear la colección "Época de Gloria". Estas piezas, que integran elementos chinos y estética occidental, le han valido numerosos premios en el ámbito internacional del diseño de joyas.
A lo largo de los años, Sánchez ha diseñado más de un centenar de joyas inspiradas en la estética china, consolidando una clientela fiel y estableciendo su propia marca.
Desde su perspectiva, la sólida base industrial, la eficiencia de las cadenas de suministro y la capacidad manufacturera de China han revitalizado la industria de la joyería, ofreciendo un escenario amplio y vibrante para los diseñadores. Este entorno también ha sido clave para que Sánchez haga realidad su sueño.