BEIJING, 29 nov (Xinhua) -- Conocido como el "Tercer Polo" de la Tierra, Xizang es una vasta meseta donde un rico y diverso ecosistema prospera en armonía.
Con una aguda percepción del entorno, los antílopes tibetanos detectan el peligro a kilómetros de distancia. Gracias a una resistencia que les permite correr a velocidades de hasta 80 kilómetros por hora, se encuentran entre los migrantes más tenaces de la naturaleza. Su velocidad, instinto y resistencia los convierten no solo en supervivientes, sino en verdaderos milagros de la meseta
Tsultrim Tharchin, director del equipo de protección de la fauna silvestre del distrito de Xainza, en la ciudad de Nagqu de la región autónoma de Xizang, ha dedicado su vida a proteger a los antílopes tibetanos, patrullando la naturaleza salvaje, rescatando animales heridos y capturando sus historias en video.
Gracias a años de eficaz protección por parte de China, la población de antílopes tibetanos ha aumentado de manera notable, y sigue escribiendo en las praderas sus legendarias historias de vida.■
