RÍO DE JANEIRO, 15 dic (Xinhua) -- El retorno explícito de una política estadounidense orientada a reafirmar su control político, económico y militar sobre América Latina representa un desafío directo a la soberanía de la región, afirmó en entrevista con Xinhua la analista brasileña Denilde Oliveira, docente del curso de Relaciones Internacionales de la Escuela Superior de Propaganda y Marketing (ESPM).
Según Oliveira, la reciente Estrategia de Seguridad Nacional presentada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, deja de lado cualquier ambigüedad diplomática y asume de forma abierta una visión de América Latina como zona de influencia exclusiva de Washington.
"No se trata de una interpretación ideológica ni de una metáfora. Es un documento oficial que recupera, en términos contemporáneos, los principios de la Doctrina Monroe", señaló.
La especialista criticó que la Doctrina Monroe, formulada en el siglo XIX bajo el lema "América para los americanos", sirvió históricamente como justificación para intervenciones, golpes de Estado y presiones económicas sobre países latinoamericanos.
"Lo novedoso hoy es que esa lógica vuelve sin disimulos", señaló y precisó que Estados Unidos afirma que América Latina es 'su continente' y que no tolerará la presencia de otras potencias, ni políticas nacionales que afecten a sus corporaciones.
Oliveira destacó que la estrategia estadounidense prioriza el combate al narcotráfico, el control de la migración y la contención de actores externos a la región, pero bajo una lógica de alineamiento automático.
"La ideología de los gobiernos latinoamericanos deja de importar, siempre que estén alineados con los objetivos estratégicos de Washington. Eso supone una relación jerárquica, no entre Estados soberanos, sino entre un centro de poder y países subordinados", indicó.
En ese contexto, la docente recordó que la historia latinoamericana del siglo XX estuvo marcada por dictaduras civiles-militares apoyadas por Estados Unidos, con graves violaciones de derechos humanos.
Para Oliveira, la estrategia estadounidense también tiene un fuerte componente económico. "Se trata de impedir que los países de la región fortalezcan políticas industriales propias, regulen plataformas digitales o impongan tributos a grandes empresas tecnológicas estadounidenses. Es un programa que, en la práctica, busca garantizar un monopolio económico y comercial".
La analista subrayó que la nueva orientación divide una vez más a América Latina entre países considerados aliados y otros catalogados como adversarios. "Gobiernos que cooperan con las prioridades de Estados Unidos en migración y seguridad son vistos como socios, mientras que otros son señalados como enemigos. Es una lógica binaria que recuerda a los peores momentos de la Guerra Fría", afirmó.
En el caso de Brasil, Oliveira consideró que el país ocupa una posición central en este escenario. "Por su tamaño económico, sus recursos naturales, su liderazgo regional y su papel en el BRICS, Brasil es un actor clave. Precisamente por eso se convierte en un objetivo estratégico de esta nueva doctrina", explicó.
Frente a este panorama, la docente defendió que la única respuesta viable para los países latinoamericanos es profundizar la integración regional y diversificar alianzas internacionales.
"Un país aislado es vulnerable. En cambio, una América Latina articulada, integrada y conectada con el Sur Global tiene mayor capacidad de negociación y de defensa de sus intereses", señaló.
Oliveira concluyó que lo que está en juego va más allá del comercio o de disputas arancelarias. "Se trata de la soberanía sobre los recursos naturales, la política industrial, la regulación digital y, en última instancia, del derecho de los países latinoamericanos a definir su lugar en el mundo sin tutelas externas. La región enfrenta una etapa decisiva y no puede normalizar el regreso de una lógica imperial que ya tuvo costos enormes en el pasado", afirmó.
