URUMQI, 7 dic (Xinhua) -- Trabajadores de base de la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, denunciaron hoy martes las acusaciones de "trabajo forzoso" en la región y compartieron sus experiencias en una rueda de prensa.
Mahmut Matkasin, quien trabaja en la prefectura de Aksu, aplaudió los esfuerzos del Gobierno regional para impartir formación profesional y realizar ferias de empleos para los lugareños.
Trabaja ahora en una empresa local de procesamiento de frutas con un salario mensual de unos 3.300 yuanes (518 dólares), ingreso mucho mejor de lo que podía ganar como cultivador de manzanas en el pasado.
"Ahora puedo ganar más dinero del que ganaba toda mi familia, y mi esposa también trabaja en la misma empresa", agregó Mahmut Matkasin.
Abduwares Mattursun, empleado de una empresa de construcción en la prefectura de Hotan, desmintió la acusación de "trabajo forzoso". "Trabajo duro, y por eso mi familia vive mejor. Utilizo mis habilidades para cambiar la vida con mis propias manos. Aquí no existe el llamado 'trabajo forzoso'", enfatizó.
En Xinjiang ningún trabajador es coaccionado por medios violentos, amenazas o restricciones ilegales a la libertad personal, señaló, a su vez, Halat, quien presidió la conferencia de prensa.
Las personas de todos los grupos étnicos de la región eligen el lugar de trabajo y el oficio por su propia voluntad, y su libertad nunca ha sido restringida. El derecho de las personas a una remuneración por el trabajo, el descanso, las vacaciones, y la seguridad y asistencia sociales, entre otros derechos, están protegidos de acuerdo con la ley de la región, según Halat.
Las afirmaciones de que los uygures están "oprimidos" y son sometidos a "trabajos forzosos" son falsas, afirmó Halat.
