Especial fin de año: ENTREVISTA: Inflación y proximidad de elecciones son principales obstáculos de economía brasileña: consultor económico
  Spanish.xinhuanet.com | 2021-12-22 21:57:07

RÍO DE JANEIRO, 22 dic (Xinhua) -- La inflación en Brasil y la turbulencia política por la proximidad de las elecciones presidenciales del año que viene son los principales obstáculos a los que se enfrenta la economía brasileña, la más grande de América Latina, afirmó el consultor económico José Mauro Delella, profesor del Departamento de Administración de la Fundación Armando Alvares Penteado (FAAP).

El experto expresó en entrevista con Xinhua que la nación sudamericana convive con dos problemas: una presión inflacionaria fuerte y la anticipación del calendario electoral por los comicios presidenciales de octubre de 2022.

"La disputa electoral ya está muy presente y muy instalada, y esto lleva a una sensación constante de crisis política", sostuvo el entrevistado, para agregar que ello acaba por afectar el desempeño económico.

"Los años de elecciones en Brasil siempre fueron de mucha incertidumbre" y "buena parte de los agentes económicos prefieren esperar a una definición electoral para tomar decisiones", consideró.

Desde la visión del experto, "parte de las turbulencias que vemos ahora son provocadas por la preocupación del calendario electoral", lo que también se verá "en los próximos trimestres".

Explicó que algunos factores tienden a influir de manera negativa de aquí en adelante en el desempeño de la economía, entre ellos la inflación que afecta el consumo y el ajuste monetario, así como la incertidumbre política, que impactarán el crecimiento a partir del cuarto trimestre del año, situación que se extenderá en 2022.

Mauro Delella, consultor de varios bancos e instituciones de inversiones como UBS Brasil Administradora, Itaú Unibanco Asset Management, dijo que aunque el desempeño económico del país sudamericano ha sido mejor de lo esperado luego de la pandemia del nuevo coronavirus, en 2022 difícilmente se logrará un crecimiento superior al 4 por ciento como en 2021.

"Estamos en un período con una devaluación (de la moneda brasileña), una fuertísima presión en las tasas de interés futuras (...) y una caída pronunciada de la Bolsa (de Valores) en los últimos tres o cuatro meses, volviendo a un nivel de unos 100.000 puntos tras haber alcanzado más de 130.000", agregó Mauro Delella.

Respecto a la recuperación de la economía brasileña este año tras el fuerte impacto en 2020 por la pandemia, Mauro Delella dijo que "el desempeño sería peor de lo que ha sido".

"Mi evaluación del desempeño de la economía en los primeros nueve meses del año fue como mínimo satisfactorio", expuso el también académico.

Refirió que la economía tiene una trayectoria "razonable" de crecimiento, de manera que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá "probablemente" entre un 4 y un 5 por ciento, lo que "es una recuperación importante", luego de la caída del 4,1 por ciento en 2020.

Resaltó varias señales positivas como la tasa de crecimiento "bastante satisfactoria", además de la recuperación "muy importante" de los números fiscales.

"Brasil tuvo un déficit fiscal muy grande el año pasado debido a la pandemia, pero la economía empezó a recuperarse. Mejoraron los números de recaudación tributaria y también tuvimos un desempeño positivo en los resultados comerciales, en la balanza comercial de las transacciones con el resto del mundo", anotó.

Consideró por ello que el crecimiento económico ha sido bueno y que el aspecto fiscal mejoró, además de que las cuentas externas "están muy bien".

"El problema principal en Brasil lo vemos en las presiones inflacionarias muy fuertes, que llevan a la necesidad de una elevación más pronunciada de lo que se imaginaba de la tasa básica de interés, lo que coloca en riesgo la continuidad de esta recuperación económica en los próximos trimestres", acotó el experto.

Mauro Delella espera de cara al 2022 una tasa de crecimiento más cercana al 1 por ciento, aunque puede haber proyecciones más pesimistas, incluso con resultado negativo, "dependiendo del escenario internacional".

"La evolución de la inflación es un factor de riesgo para todo el mundo (...) son señales de incertidumbre sobre la evolución de la política monetaria que no se veían desde hacía algún tiempo", comentó.

Respecto a los impactos de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en la economía brasileña durante el primer semestre de este año, el experto apuntó que hubo varias implicaciones, incluso en el escenario político, ya que el Senado abrió una Comisión Parlamentaria de Investigación debido al elevado número de muertes en el país a causa de la pandemia.

El experto argumentó, sin embargo, que desde el punto de vista económico "el impacto no fue tan fuerte" en 2021, pues aunque hubo más casos y muertes por el nuevo coronavirus respecto a 2020, el efecto fue menor porque la economía no tuvo una reacción tan fuerte frente al cierre de actividades, como sucedió en el peor momento del año pasado.

"Si miramos las curvas de las proyecciones del mercado, vemos que empiezan a mejorar" y "cuando se ven los números reales del primer y segundo trimestre, las curvas se ajustan hacia arriba", mencionó.

El académico apuntó que aunque se podría decir que "estamos en un mal momento de la pandemia", la economía "no va tan mal como imaginábamos".

Complementó que aunque este fue un año "muy malo" por la pandemia, el efecto económico fue mitigado porque la economía en general no tuvo una fase de cuarentena ni un "lockdown" (cierre total), igual que los que hubo en 2020.

Sobre las medidas del gobierno brasileño para hacer frente a la pandemia, Mauro Delella destacó que fue "muy activo" en la respuesta económica ante la COVID-19.

"Muchas veces el presidente del Banco Central (Roberto Campos Neto) y el ministro de Economía (Paulo Guedes) dijeron que Brasil fue uno de los países más activos entre los emergentes, principalmente en la adopción de medidas compensatorias contra el efecto negativo de la pandemia", dijo.

Mencionó también en ese sentido que Brasil tuvo una agenda de apoyo fiscal y monetario "intensa" y "bastante agresiva".

Recordó que en junio o julio del año pasado, el FMI proyectaba una contracción de la economía brasileña del 9 por ciento y acabó por ser del 4,1 por ciento en 2020.

El experto citó por el lado negativo de las medidas adoptadas que "la tasa de interés acabó quedando muy baja y esto dio espacio para una aceleración inflacionaria", aunque no fue sólo por ello, sino por una serie de "choques" que vive el mundo.

"Acabamos teniendo una tasa de cambio más deprimida que acabó ejerciendo un factor adicional de presión sobre la inflación", completó.

"Brasil salió de una proporción de deuda cercana al 65 por ciento del PIB a una del 80 por ciento. Aunque pasó en la mayoría de países; el hecho es que Brasil tiene un histórico de vulnerabilidad fiscal", mencionó.

"Hace un año, las estimaciones del mercado eran que Brasil cerraría el año con una deuda del PIB cercana al 100 por ciento y cerró con alrededor del 80 por ciento", dijo el experto, al considerar que "la situación está mucho mejor de lo que se esperaba, pero está más de 15 puntos por encima de 2019".

Con relación a América Latina, Mauro Delella consideró que "estas dificultades que vemos en Brasil podríamos decir a nivel general que se extendieron por toda América Latina".

"Algunos países más vulnerables acabaron sufriendo impactos mayores. Argentina, por ejemplo, tuvo una presión inflacionaria mayor y un deterioro fiscal mayor, pero éste ha sido un período bastante difícil para toda América Latina", comentó.

A decir de Mauro Delella "vivimos en un mundo donde hay muchas intervenciones gubernamentales y de autoridades monetarias", lo que acaba por potenciar "las diferencias entre quienes tienen más capacidad de intervención (...) y quienes no, como los emergentes".

Para el consultor, "este fue un aspecto perverso de la pandemia. Quien ya estaba con dificultades fue quien más sufrió para reaccionar y con ello se intensificaron las desigualdades".

"Creo que éste sería un balance de la pandemia y América Latina como un todo tiene poca condición de intervención, de realizar grandes expansiones fiscales, porque tiene una limitación política histórica de reformas profundas, y creo que es un efecto problemático que se extendió por toda la región", apuntó

El entrevistado se refirió también a la importancia que tuvo China para sostener la economía mundial el año pasado, en el marco de la pandemia, así como a la manera en que contribuyó a la recuperación económica de Brasil.

"China es hoy un socio comercial extremamente importante para Brasil. Fue muy relevante los últimos años y esto se notó mucho en la recuperación brasileña de la crisis económica de 2008 y 2009", consideró.

"De alguna forma, China fue un punto de sustentación de la economía mundial en 2020 por un desempeño mejor que el resto de países frente a la pandemia, y esto acabó dando una sustentación a los precios de las 'commodities' como las que Brasil exporta como el hierro, que tuvieron una valorización muy expresiva, principalmente por la expansión china", comentó.

Dijo que durante la pandemia China fue un factor importante de "sustentación y estabilización" de la economía mundial y que Brasil se apoyó en ello como socio.

Mencionó que aunque ahora se está en otra fase, "la importancia de China para el mundo y para Brasil continuará. Creo que es un factor ya definitivo: China pasó a ser uno de los principales socios comerciales de casi todos los países".

Sobre las nuevas vías de cooperación entre ambos países, Mauro recordó que Brasil es una nación con demanda de infraestructura, como la mayoría de emergentes, pero que en los últimos años vieron mayores acuerdos con China en ese aspecto.

"Brasil es ahora un país con una posición confortable de las cuentas externas, generando superávits comerciales en los últimos años de 70.000 y 80.000 millones de dólares, en gran parte gracias al comercio con China, y la tendencia es que esto continúe", proyectó el consultor económico.

 
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Especial fin de año: ENTREVISTA: Inflación y proximidad de elecciones son principales obstáculos de economía brasileña: consultor económico

Spanish.xinhuanet.com 2021-12-22 21:57:07

RÍO DE JANEIRO, 22 dic (Xinhua) -- La inflación en Brasil y la turbulencia política por la proximidad de las elecciones presidenciales del año que viene son los principales obstáculos a los que se enfrenta la economía brasileña, la más grande de América Latina, afirmó el consultor económico José Mauro Delella, profesor del Departamento de Administración de la Fundación Armando Alvares Penteado (FAAP).

El experto expresó en entrevista con Xinhua que la nación sudamericana convive con dos problemas: una presión inflacionaria fuerte y la anticipación del calendario electoral por los comicios presidenciales de octubre de 2022.

"La disputa electoral ya está muy presente y muy instalada, y esto lleva a una sensación constante de crisis política", sostuvo el entrevistado, para agregar que ello acaba por afectar el desempeño económico.

"Los años de elecciones en Brasil siempre fueron de mucha incertidumbre" y "buena parte de los agentes económicos prefieren esperar a una definición electoral para tomar decisiones", consideró.

Desde la visión del experto, "parte de las turbulencias que vemos ahora son provocadas por la preocupación del calendario electoral", lo que también se verá "en los próximos trimestres".

Explicó que algunos factores tienden a influir de manera negativa de aquí en adelante en el desempeño de la economía, entre ellos la inflación que afecta el consumo y el ajuste monetario, así como la incertidumbre política, que impactarán el crecimiento a partir del cuarto trimestre del año, situación que se extenderá en 2022.

Mauro Delella, consultor de varios bancos e instituciones de inversiones como UBS Brasil Administradora, Itaú Unibanco Asset Management, dijo que aunque el desempeño económico del país sudamericano ha sido mejor de lo esperado luego de la pandemia del nuevo coronavirus, en 2022 difícilmente se logrará un crecimiento superior al 4 por ciento como en 2021.

"Estamos en un período con una devaluación (de la moneda brasileña), una fuertísima presión en las tasas de interés futuras (...) y una caída pronunciada de la Bolsa (de Valores) en los últimos tres o cuatro meses, volviendo a un nivel de unos 100.000 puntos tras haber alcanzado más de 130.000", agregó Mauro Delella.

Respecto a la recuperación de la economía brasileña este año tras el fuerte impacto en 2020 por la pandemia, Mauro Delella dijo que "el desempeño sería peor de lo que ha sido".

"Mi evaluación del desempeño de la economía en los primeros nueve meses del año fue como mínimo satisfactorio", expuso el también académico.

Refirió que la economía tiene una trayectoria "razonable" de crecimiento, de manera que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá "probablemente" entre un 4 y un 5 por ciento, lo que "es una recuperación importante", luego de la caída del 4,1 por ciento en 2020.

Resaltó varias señales positivas como la tasa de crecimiento "bastante satisfactoria", además de la recuperación "muy importante" de los números fiscales.

"Brasil tuvo un déficit fiscal muy grande el año pasado debido a la pandemia, pero la economía empezó a recuperarse. Mejoraron los números de recaudación tributaria y también tuvimos un desempeño positivo en los resultados comerciales, en la balanza comercial de las transacciones con el resto del mundo", anotó.

Consideró por ello que el crecimiento económico ha sido bueno y que el aspecto fiscal mejoró, además de que las cuentas externas "están muy bien".

"El problema principal en Brasil lo vemos en las presiones inflacionarias muy fuertes, que llevan a la necesidad de una elevación más pronunciada de lo que se imaginaba de la tasa básica de interés, lo que coloca en riesgo la continuidad de esta recuperación económica en los próximos trimestres", acotó el experto.

Mauro Delella espera de cara al 2022 una tasa de crecimiento más cercana al 1 por ciento, aunque puede haber proyecciones más pesimistas, incluso con resultado negativo, "dependiendo del escenario internacional".

"La evolución de la inflación es un factor de riesgo para todo el mundo (...) son señales de incertidumbre sobre la evolución de la política monetaria que no se veían desde hacía algún tiempo", comentó.

Respecto a los impactos de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en la economía brasileña durante el primer semestre de este año, el experto apuntó que hubo varias implicaciones, incluso en el escenario político, ya que el Senado abrió una Comisión Parlamentaria de Investigación debido al elevado número de muertes en el país a causa de la pandemia.

El experto argumentó, sin embargo, que desde el punto de vista económico "el impacto no fue tan fuerte" en 2021, pues aunque hubo más casos y muertes por el nuevo coronavirus respecto a 2020, el efecto fue menor porque la economía no tuvo una reacción tan fuerte frente al cierre de actividades, como sucedió en el peor momento del año pasado.

"Si miramos las curvas de las proyecciones del mercado, vemos que empiezan a mejorar" y "cuando se ven los números reales del primer y segundo trimestre, las curvas se ajustan hacia arriba", mencionó.

El académico apuntó que aunque se podría decir que "estamos en un mal momento de la pandemia", la economía "no va tan mal como imaginábamos".

Complementó que aunque este fue un año "muy malo" por la pandemia, el efecto económico fue mitigado porque la economía en general no tuvo una fase de cuarentena ni un "lockdown" (cierre total), igual que los que hubo en 2020.

Sobre las medidas del gobierno brasileño para hacer frente a la pandemia, Mauro Delella destacó que fue "muy activo" en la respuesta económica ante la COVID-19.

"Muchas veces el presidente del Banco Central (Roberto Campos Neto) y el ministro de Economía (Paulo Guedes) dijeron que Brasil fue uno de los países más activos entre los emergentes, principalmente en la adopción de medidas compensatorias contra el efecto negativo de la pandemia", dijo.

Mencionó también en ese sentido que Brasil tuvo una agenda de apoyo fiscal y monetario "intensa" y "bastante agresiva".

Recordó que en junio o julio del año pasado, el FMI proyectaba una contracción de la economía brasileña del 9 por ciento y acabó por ser del 4,1 por ciento en 2020.

El experto citó por el lado negativo de las medidas adoptadas que "la tasa de interés acabó quedando muy baja y esto dio espacio para una aceleración inflacionaria", aunque no fue sólo por ello, sino por una serie de "choques" que vive el mundo.

"Acabamos teniendo una tasa de cambio más deprimida que acabó ejerciendo un factor adicional de presión sobre la inflación", completó.

"Brasil salió de una proporción de deuda cercana al 65 por ciento del PIB a una del 80 por ciento. Aunque pasó en la mayoría de países; el hecho es que Brasil tiene un histórico de vulnerabilidad fiscal", mencionó.

"Hace un año, las estimaciones del mercado eran que Brasil cerraría el año con una deuda del PIB cercana al 100 por ciento y cerró con alrededor del 80 por ciento", dijo el experto, al considerar que "la situación está mucho mejor de lo que se esperaba, pero está más de 15 puntos por encima de 2019".

Con relación a América Latina, Mauro Delella consideró que "estas dificultades que vemos en Brasil podríamos decir a nivel general que se extendieron por toda América Latina".

"Algunos países más vulnerables acabaron sufriendo impactos mayores. Argentina, por ejemplo, tuvo una presión inflacionaria mayor y un deterioro fiscal mayor, pero éste ha sido un período bastante difícil para toda América Latina", comentó.

A decir de Mauro Delella "vivimos en un mundo donde hay muchas intervenciones gubernamentales y de autoridades monetarias", lo que acaba por potenciar "las diferencias entre quienes tienen más capacidad de intervención (...) y quienes no, como los emergentes".

Para el consultor, "este fue un aspecto perverso de la pandemia. Quien ya estaba con dificultades fue quien más sufrió para reaccionar y con ello se intensificaron las desigualdades".

"Creo que éste sería un balance de la pandemia y América Latina como un todo tiene poca condición de intervención, de realizar grandes expansiones fiscales, porque tiene una limitación política histórica de reformas profundas, y creo que es un efecto problemático que se extendió por toda la región", apuntó

El entrevistado se refirió también a la importancia que tuvo China para sostener la economía mundial el año pasado, en el marco de la pandemia, así como a la manera en que contribuyó a la recuperación económica de Brasil.

"China es hoy un socio comercial extremamente importante para Brasil. Fue muy relevante los últimos años y esto se notó mucho en la recuperación brasileña de la crisis económica de 2008 y 2009", consideró.

"De alguna forma, China fue un punto de sustentación de la economía mundial en 2020 por un desempeño mejor que el resto de países frente a la pandemia, y esto acabó dando una sustentación a los precios de las 'commodities' como las que Brasil exporta como el hierro, que tuvieron una valorización muy expresiva, principalmente por la expansión china", comentó.

Dijo que durante la pandemia China fue un factor importante de "sustentación y estabilización" de la economía mundial y que Brasil se apoyó en ello como socio.

Mencionó que aunque ahora se está en otra fase, "la importancia de China para el mundo y para Brasil continuará. Creo que es un factor ya definitivo: China pasó a ser uno de los principales socios comerciales de casi todos los países".

Sobre las nuevas vías de cooperación entre ambos países, Mauro recordó que Brasil es una nación con demanda de infraestructura, como la mayoría de emergentes, pero que en los últimos años vieron mayores acuerdos con China en ese aspecto.

"Brasil es ahora un país con una posición confortable de las cuentas externas, generando superávits comerciales en los últimos años de 70.000 y 80.000 millones de dólares, en gran parte gracias al comercio con China, y la tendencia es que esto continúe", proyectó el consultor económico.

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