MADRID, 23 feb (Xinhua) -- La inflación en España sigue perjudicando el consumo de las familias al impactar de manera directa en la canasta básica de alimentos, al cumplirse casi un año desde que inició el alza de precios en el país por el conflicto entre Rusia y Ucrania, iniciado el 24 de febrero de 2022, según los propios consumidores.
Los precios de productos y servicios en España iniciaron una escalada que lleva ya 12 meses con afectaciones al bolsillo de los consumidores, en especial por el costo de los alimentos, la factura de la luz, las gasolinas y las hipotecas.
En tal sentido se pronunció para Xinhua el ciudadano José Enrique de las Rosas, quien reside en la ciudad sureña de Sevilla, al comentar que en el "día a día" en lo que "más se nota" el alza de precios es en la compra de productos básicos.
Para el sevillano, la canasta básica y la factura de la energía eléctrica es en "lo que más se nota para una familia con recursos medios".
Contó que esta alza de precios repercute en la calidad de los productos que ahora compran con la misma partida presupuestaria destinada a alimentación antes de febrero de 2022, cuando inició la guerra.
El conflicto en Ucrania supuso un "golpe" para Europa, en particular por las dificultades para mantener el suministro de energía, en una Europa dependiente del petróleo y el gas ruso, lo que se reflejó en la vida de los españoles por la inflación.
España cerró 2022 con una inflación del 8,4 por ciento, la tasa anual más elevada de la serie histórica, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Solamente en julio del año pasado, la variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de 10,8 por ciento, casi tres puntos arriba de febrero (7,06 por ciento), mes en que inició el conflicto.
"Al final, los hábitos son buscar el precio más económico que haya", dijo por su parte Pedro Manuel Serna, trabajador en logística que vive en la localidad de Torrejón de Ardoz, en la Comunidad de Madrid.
A su vez, la venezolana Verónica Armas, quien reside en la capital española desde hace más de cinco años, expresó que ahora "todo es más costoso".
"La comida aumenta 10 céntimos, después baja y luego vuelve a subir 20 céntimos. Cada supermercado tiene un coste diferente", dijo.
Desde el 1 de enero pasado, el Gobierno de España ha intentado frenar el alza de precios con medidas como la rebaja del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en productos de primera necesidad como aceite, fruta, huevos, leche, pan, pasta y verduras.
Estas medidas, sin embargo, no evitaron que el precio de los alimentos se disparara un 15,4 por ciento el último año, según los datos del INE difundidos en enero pasado.
















