LA HABANA, 8 mar (Xinhua) -- El Gobierno cubano aseguró hoy sentirse honrado por contribuir a la paz en Colombia, luego del anuncio de que La Habana será sede del tercer ciclo de diálogo entre el Gobierno colombiano y el insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN).
"Nuestro Gobierno se honra en aceptar la solicitud del Gobierno de la República de Colombia y del Ejercito de Liberación Nacional (ELN) de celebrar en La Habana el tercer ciclo de la mesa de diálogos de paz y contribuir a alcanzar la anhelada paz para la hermana nación", escribió el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en la red social Twitter.
Antes, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, había escrito en la misma red social que esa decisión ratifica "el compromiso expresado por el presidente Díaz-Canel".
El mandatario cubano había dicho en agosto del pasado año que Cuba haría todos los esfuerzos por la paz en Colombia.
Díaz-Canel se había reunido entonces con el canciller colombiano, Álvaro Leyva, el alto comisionado para la Paz de Colombia, Iván Danilo Rueda, y el Comandante guerrillero, Pablo Beltrán, del ELN.
Cuba, como país garante de las negociaciones de paz, participó en el segundo ciclo del diálogo, que sesiona en la capital de México.
El diálogo entre el Gobierno colombiano y el ELN se inició en Cuba en 2018, durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, pero fue roto al año siguiente por el presidente Iván Duque, tras un atentado con bomba contra una escuela de policía en Bogotá, en el que murieron 23 personas.
El Gobierno de Duque reactivó las órdenes de captura contra los negociadores de la guerrilla y exigió a Cuba la extradición, lo que no fue aceptado por La Habana, al considerarlo como una violación de lo pactado antes entre las dos partes.
La estancia en la isla de los delegados del ELN sirvió de pretexto a Estados Unidos, durante el mandato de Donald Trump, para incluir a Cuba en una lista de estados patrocinadores del terrorismo, decisión que aún mantiene Washington con negativas consecuencias económicas para la isla.
La Habana fue sede de las negociaciones de paz que permitieron en 2016 la desmovilización e integración a la vida política de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entonces la mayor fuerza guerrillera del país sudamericano.
















