SANTIAGO, 13 mar (Xinhua) -- El gobierno chileno y expertos han estimado una recuperación de la actividad económica local luego de varios meses de estancamiento, al anotar la inflación en febrero pasado su primera desaceleración en más de dos años, período marcado por la pandemia del nuevo coronavirus y la crisis global.
En febrero pasado, el Índice de Precios al Consumidor del país sudamericano tuvo una variación negativa del 0,1 por ciento con respecto a enero, el primer retroceso mensual en 27 meses, tras alcanzar su mayor nivel en tres décadas, al cerrar en 12,8 por ciento en 2022.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, una de las figuras centrales del gobierno chileno en cuanto a la macroeconomía, se refirió en su momento a la importancia de la última cifra inflacionaria.
"Es una cifra que reafirma la tendencia descendente de la inflación (...) son datos para alentarnos a seguir por el camino que vamos de estabilización de la economía, manejo responsable de las finanzas públicas y reducción de la incertidumbre", dijo Marcel.
Chile acumuló hasta el segundo mes del año una inflación del 11,9 por ciento frente a febrero de 2022.
El Ministerio de Hacienda espera cerrar el presente año con una cifra de entre 4 y 5 por ciento, para alcanzar el rango meta de 3 por ciento establecido por el Banco Central de Chile en 2024.
La institución central ha aumentado en ese sentido de manera agresiva la tasa de interés de política monetaria con el objetivo de atajar los altos precios con mayores costos de endeudamiento.
El académico de la Universidad de Santiago de Chile, Víctor Salas, explicó a Xinhua que el presidente Gabriel Boric, quien asumió la Presidencia en marzo del año pasado, "heredó un proceso económico complejo" durante su primer año de gobierno.
"Estuvimos en 2022 en un proceso de estancamiento o ralentización de la economía y por otro lado tratando de controlar la fuerte inflación, que se desató desde mediados de 2021 en Chile", dijo Salas, quien también es economista.
El Ejecutivo chileno ha completado su primer año de mandato con la tarea de devolver el equilibrio a una economía golpeada por la crisis y "sobrecalentada" por las ayudas estatales a la población.
La disminución de los precios en rubros como el transporte y los alimentos, entre ellos carne o fruta, han marcado el comienzo este 2023.
"Desde el Banco Central hemos visto una excelente y adecuada política fiscal para bajar la inflación. Hay un gobierno que está buscando no aumentar el gasto ni el déficit fiscal", dijo Salas, al referir que ello se ha hecho sin dejar de atender a quienes "estaban siendo muy golpeados por el aumento de precios de los alimentos".
Salas comentó que la nación atraviesa por un período de "estabilidad", incluso con la complejidad que significa estar en una situación de ralentización de la economía y un proceso inflacionario, "que no da señales de estar controlado y que depende de muchos factores".
El economista consideró en esa línea que el gobierno contuvo sus expectativas para manejar la incertidumbre en el primer año de conducción del país, debido a una serie de eventos políticos en contra como el rechazo al proyecto de una nueva Constitución, en septiembre pasado.
A lo anterior se sumó el reciente revés en el Congreso a la reforma tributaria propuesta por el Ejecutivo, uno de los pilares del programa gubernamental de Boric, que establecía una recaudación de 3,6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en un plazo de cuatro años.
La iniciativa no logró los votos suficientes en la Cámara de Diputados y se convirtió en la primera propuesta de reforma tributaria rechazada de entrada, lo que pone en jaque el financiamiento de otros planes relacionados a salud, educación e infraestructura.
El proyecto presentado por Boric en julio pasado apunta a aumentar la recaudación para financiar políticas públicas, a través de la limitación de exenciones y el combate a la evasión fiscal, además de un nuevo impuesto a la riqueza y entrega de recursos del fisco con nuevos beneficios para la clase media.
El Ministerio de Hacienda de Chile ha descartado de manera tajante una recesión, dado el desempeño positivo de sectores de la economía en este inicio de 2023.
La entidad ha disipado en ese sentido "el fantasma" de una crisis profunda y altos niveles de desempleo, como vaticinan algunos especialistas.
Prevé, al mismo tiempo, una caída menos profunda de la economía para este año que la anticipada por el Banco Central en su último Informe de Política Monetaria correspondiente a diciembre de 2022.
El último Informe de Política Monetaria estima una baja en la actividad económica de entre 0,75 y 1,75 por ciento en 2023, para luego retomar un avance de entre 2 y 3 por ciento en 2024.















