Por Raúl Menchaca
MATANZAS, CUBA, 5 ago (Xinhua) -- A un año del incendio que destruyó la Base de Supertanqueros de Matanzas, en el occidente de Cuba, y que cobró la vida de 17 bomberos, las labores de reconstrucción avanzan favorablemente y ya se vislumbra la silueta del que será el primer tanque reconstruido.
El nuevo depósito se erige para comenzar a suplir el déficit de 200.000 metros cúbicos de almacenaje provocado por el siniestro que destruyó cuatro tanques de 50.000 metros cúbicos cada uno, ubicados a unos 100 kilómetros al este de La Habana y al borde de la bahía de Matanzas.
Varias decenas de trabajadores se afanan ahora en la construcción del nuevo tanque, cuya estructura se levanta con una segunda de las nueve rondas circulares de chapas de acero para darle una disposición similar a los destruidos.
El nuevo depósito también tendrá una membrana flotante interna de aluminio y un domo geodésico, pero contará con un sistema eléctrico soterrado que ofrecerá condiciones más seguras en el manejo del crudo.
Como medida de seguridad estará rodeado por un dique de tierra y hormigón, separado a unos 110 metros del tanque y que, ante un accidente, permitirá recoger una vez y media la capacidad del depósito.
"Estamos en la segunda fase del proceso de recuperación ya que en la primera etapa nos concentramos en demoler las instalaciones afectadas por el incendio y crear condiciones para la construcción de los nuevos tanques", explicó a Xinhua el director de la División Territorial de Comercializadora de Combustibles, Rigel Rodríguez.
Además de los tanques, en la instalación se destruyó el laboratorio de análisis físico-químico, todos los talleres de mantenimiento, una subestación eléctrica y buena parte de las líneas de tuberías y válvulas para trasegar el combustible.
Con la destrucción de una línea de tuberías, quedaron fuera de servicio dos de los cuatro muelles de la base, que al ser de aguas profundas pueden recibir buques de hasta 150.000 toneladas.
Los técnicos recién instalaron un sistema de tuberías, que permite volver a operar los otros cuatro tanques de 50.000 metros cúbicos de capacidad de cada uno, que no resultaron dañados durante el incendio.
Ahora, bajo el inclemente sol del verano caribeño, se trabaja en la rehabilitación de la conductora de agua de casi tres kilómetros para aumentar el abasto a la zona industrial y recuperar la vitalidad de la Base.
Está prevista la instalación de un nuevo sistema de pararrayos, aprobado por la Agencia de Protección Contra Incendios y el Cuerpo de Bomberos de Cuba, que tendrá torres capaces de disipar las descargas eléctricas en la altura sin que lleguen a los depósitos de combustible.
El proceso de recuperación en marcha, que debe durar unos cuatro años, además incluye un nuevo laboratorio de análisis físico-químico, la red de tuberías que conecta a los muelles y la rehabilitación de los talleres de mecánica, electricidad y maquinado.
El desastre que devastó la mayor instalación de almacenamiento de combustible del país, ocurrió el 5 de agosto del pasado año, cuando una descarga eléctrica incendió un tanque que más tarde explotó y las llamas se extendieron a otros tres, lo que ocasionó cuantiosas pérdidas materiales, 17 muertos y casi 150 lesionados.
En las afueras del Museo Cuartel de Bomberos José Enrique Estrada, en la ciudad de Matanzas, se realizó este sábado un acto de homenaje a los 17 fallecidos en el siniestro y más tarde, familiares y amigos se concentraron en el cercano cementerio que guarda los restos de los caídos en el incendio.