BUENOS AIRES, 11 oct (Xinhua) -- El presidente de Argentina, Javier Milei, envío al Congreso el denominado proyecto de "ley hojarasca", una iniciativa que busca derogar unas 70 normas que su Gobierno considera "inútiles u obsoletas", informó hoy viernes el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
"El presidente Milei ha enviado al Congreso el proyecto de Ley Hojarasca que busca eliminar unas 70 leyes inútiles, obsoletas, o que restringen nuestras libertades", anunció este día el funcionario a través de la red social X.
Sturzenegger no precisó qué leyes pretende derogar la administración Milei, pero indicó que fueron dictadas principalmente entre los años 1958 y 2007.
De acuerdo con la prensa local, bajo el lema "Cuanto más leyes, menos justicia", el proyecto del Ejecutivo argumenta que varias de las normas vigentes restringen la libertad individual y el derecho a la propiedad privada, mientras que otras generan trámites innecesarios y burocráticos, o han sido superadas por legislaciones más modernas.
Además, indica que algunas leyes quedaron desactualizadas, otras imponen obligaciones a organismos que ya no existen y algunas asignan fondos públicos a instituciones que, según el Ejecutivo, deberían autofinanciarse.
El funcionario a cargo de la renovación legislativa asumió el cargo el 5 de julio, oportunidad en la que dijo que la reforma buscará favorecer la actividad privada.
"Argentina está sobrecargada de normas y regulaciones, y el presidente me ha pedido que avancemos en sacarle ese pie de encima a la actividad productiva, que es una de las maneras más eficaces que tenemos de promover la actividad económica, el empleo y el crecimiento", agregó el funcionario tras asumir el cargo.
Desde su llegada a la Presidencia argentina, en diciembre pasado, el presidente Milei ha impulsado un plan de desregulación de la economía, con amplias modificaciones en materia laboral, de burocracia administrativa y contractual.
En paralelo, el Gobierno de Argentina tiene entre sus prioridades combatir la inflación, por lo que lleva adelante una política monetaria contractiva y de "emisión (monetaria) cero", enmarcada en un fuerte programa de ajuste fiscal que, además, ha implicado recortes al gasto público y la quita de subsidios a rubros como el transporte y la energía.