BRASILIA, 11 oct (Xinhua) -- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció hoy viernes que comprará nuevos aviones para la Presidencia de la República, luego de que el avión presidencial presentara problemas técnicos la semana pasada tras su regreso de México.
"Cuando despegó, pasó algo, el avión hacía un ruido raro, una vibración. El avión temblaba mucho. Inmediatamente, me levanté para preguntar al piloto qué estaba sucediendo", relató el mandatario en tono humorístico en una entrevista con la radio O Povo/CBN de Fortaleza.
"Llegué, la puerta estaba cerrada. Golpeé la puerta, el piloto abrió. Estaban nerviosos porque estaban viendo cómo salir de esa situación, y me dijeron: 'bueno, en cuando tengamos información se la pasamos'", dijo.
"Me dijeron 'el avión es seguro. Hay una turbina con problemas, un motor, pero el otro está bien. Ya pedimos emergencia al aeropuerto y vamos a estar circulando aquí durante dos horas para vaciar un poco el tanque, porque está muy lleno y si aterrizamos con el avión pesado podría ocurrir un accidente, incluso un problema con el tren de aterrizaje'. Así que estuvimos allí, dando vueltas durante dos horas, haciendo un 'ocho' sobre el aeropuerto", explicó Lula da Silva.
"Después de las dos horas, volví a preguntar '¿y ahora?'. Y, bueno, 'vamos a quedarnos dos horas y media más'. Obviamente, estábamos preocupados. Pedí que sirvieran el almuerzo para todos, para que comieran, hasta hice una broma estúpida diciendo que debían comer porque no sabíamos si habría comida en el cielo. Gracias a Dios, el avión aterrizó sin problemas", dijo.
"Todos tuvieron tiempo de repensar su vida. Fueron cuatro horas y media en las que pensé mucho sobre lo que había hecho en mi vida, lo que tenía por hacer, y uno piensa como ser humano en los errores, los aciertos, si pasaste por la Tierra como una buena persona o una mala, qué hiciste mal. Fue un momento de mucha reflexión para todos", agregó Lula da Silva.
El presidente relató que lo ocurrido hizo que el Gobierno se diera cuenta de la necesidad de adquirir nuevos aviones.
"De este problema aprendimos una lección: vamos a comprar no solo un avión, sino algunos aviones para que Brasil, un país grande, con 8,5 millones de kilómetros cuadrados, 360.000 kilómetros de selvas tropicales, 8.000 kilómetros de frontera marítima, 5,5 millones de kilómetros cuadrados de agua, estemos preparados. No podemos ser tomados por sorpresa", resaltó.
