Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 12 nov (Xinhua) -- La campaña hacia la segunda vuelta por la Presidencia de Uruguay entró en su recta final y el opositor Yamandú Orsi (Frente Amplio, FA) y el oficialista Álvaro Delgado (Partido Nacional, PN) se disputan la elección de los votantes indecisos.
"Este balotaje se va a definir por la inclinación de los indecisos, que son el 7 por ciento", dijo en entrevista con Xinhua la investigadora de la Usina de Percepción Ciudadana, Alejandra González, quien avizora una elección "reñida" donde "todo puede pasar".
Según dio a conocer la semana pasada una encuesta de la firma, de cara al balotaje Orsi tiene una intención de voto del 46 por ciento, por encima de Delgado que captaría el 43 por ciento, en coincidencia con la consultora Opción Consultores, que también estimó una ventaja de tres puntos de Orsi sobre Delgado, con 48 y 45 por ciento, respectivamente.
El opositor, de 57 años, fue intendente durante 10 años del departamento de Canelones (sur) y en un partido que se quedó sin sus líderes históricos emergió como abanderado de la izquierda que ya gobernó entre 2005 y 2020 con políticas económicas moderadas y priorizando el rol del Estado.
Por su parte, el oficialista, de 55 años, fue secretario de la Presidencia durante la gestión del actual presidente Luis Lacalle Pou, quien impulsó su candidatura como continuidad de la Coalición Republicana (CR), una alianza de partidos de centro-derecha que en la primera vuelta compitieron por separado.
Ambos candidatos representan a los dos grandes bloques en los que está dividido desde hace décadas el electorado uruguayo, lo que se vio reflejado en la primera vuelta electoral, el pasado 27 de octubre, cuando Orsi fue el candidato más votado (43 por ciento), aunque sin alcanzar la mayoría para evitar el balotaje, seguido de Delgado (26 por ciento).
Sin embargo, pese a que los tres socios de la CR sumaron en conjunto unos 20 puntos porcentuales, la fidelidad es distinta entre los votantes de los bloques, ya que, según explicó González, los antecedentes históricos muestran que "no se puede hacer una sumatoria lineal" de los votantes de centro-derecha, aunque será la primera vez que se presente unida después de gobernar.
En cambio, el FA "suele tener una mejor votación en el balotaje y suele captar votos entre octubre y noviembre", recordó la experta.
Por su lado, el magíster y asesor en comunicación política y campañas electorales, Marcel Lhermitte, coincidió en que el FA "es un bloque que difícilmente tenga fugas" en el balotaje mientras que entre la CR "los votos mayoritariamente sí irán hacia Delgado, pero no todos".
"El favorito, sin duda, es Orsi (...) La única manera que tiene Delgado de captar votos es retener los votos de la CR", opinó el especialista en entrevista con Xinhua.
Los equipos de campaña han desplegado distintas estrategias, con giras, recorridos y campañas, pero las propuestas programáticas son muy similares y hay muchas coincidencias en materia de economía, educación y seguridad.
Lhermitte subrayó que Orsi tuvo "buenos gobiernos departamentales y supo dialogar con la oposición" y Delgado "demostró también poder ejercer gobernabilidad", por lo que la expectativa ahora recae en el debate del próximo domingo, el primer y último de la campaña de balotaje y que es obligatorio por ley.
"El debate en general lo que hace es reforzar el voto ya preconcebido", advirtió el experto.
El expresidente uruguayo, José Mujica, de 89 años y quien se encuentra delicado de salud tras afrontar un tratamiento contra un cáncer de esófago, realizará recorridos por el interior y la capital en apoyo a Orsi.
En tanto, Lacalle Pou, en su papel de jefe de Estado está impedido de involucrarse en la campaña, aunque reconoció ante la prensa que el balotaje para definir a su sucesor plantea "dos proyectos" con "sensibilidades" y "prioridades" distintas.
El próximo 24 de noviembre, al menos 2,7 millones de electores habilitados decidirán al siguiente presidente de Uruguay, que comenzará su mandato el 1 de marzo de 2025.
