Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 11 dic (Xinhua) -- El Censo Nacional 2023 de Uruguay confirmó un crecimiento poblacional mucho más lento de lo proyectado, contabilizando 3.499.451 habitantes, apenas un 2,5 por ciento más que los 3.412.636 registrados en el censo anterior de 2011.
"El ritmo del crecimiento de la población es muy bajo. Incluso el crecimiento natural en los últimos años fue negativo", explicó hoy miércoles el demógrafo Martín Koolhaas, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Udelar), en entrevista con Xinhua.
El director del Instituto Nacional de Estadística (INE), Diego Aboal, señaló a la prensa la víspera que "estamos con un crecimiento poblacional negativo, por tanto, a menos que la inmigración compense, ya estamos perdiendo población en Uruguay".
Esta situación no es una sorpresa, dado que en los últimos años se ha registrado una caída drástica en los nacimientos y un aumento en las defunciones, reflejo del envejecimiento de la población. Según el INE, el año pasado hubo 31.385 alumbramientos, aproximadamente 18.000 menos que hace ocho años, mientras que las muertes totalizaron 34.678.
Para Koolhaas, esos "son los dos principales determinantes del ritmo de crecimiento", a lo que suma un impacto "muy limitado" de la migración porque si bien se duplicó el número de extranjeros residentes, Uruguay también es un emisor de migrantes.
Por eso, "sabíamos que estábamos en un escenario cercano al saldo cero" donde "las inmigraciones se compensan con emigraciones", explicó el doctor en Ciencias Sociales especializado en Estudios de Población.
Una de las principales causas de este crecimiento reducido es la drástica caída en la fecundidad. Según el censo, cada mujer uruguaya tenía en promedio 1,7 hijos en 2023, un nivel que Koolhaas calificó como "muy bajo" y que supera a la baja las proyecciones realizadas hace más de una década.
"Esto plantea desafíos que deben apuntar a mejorar las condiciones de vida de la población en términos de políticas (...) Hay un consenso a nivel académico de que las políticas vinculadas a estos temas deben pasar por políticas para facilitar la crianza de los hijos, favorecer la participación laboral de las mujeres en igual medida que sus compañeros varones", sostuvo el magíster en Demografía.
Para el investigador en migración internacional, ese tipo de políticas "son las adecuadas" más allá "del número de hijos que realmente se quiere tener".
Un aspecto positivo de este escenario es el descenso del embarazo adolescente, lo que representa un cambio social significativo en el país.
La población uruguaya ha crecido de forma lenta durante las últimas décadas: 2,6 millones de habitantes en 1963, 3 millones en 1985 y 3,2 millones en 1996. Sin embargo, la pregunta de si la población empezará a reducirse preocupa a muchos.
Koolhaas recordó que "en proyecciones de población de 2012 ya se llegaba a un punto antes de 2050, en que la población empezaba a bajar". No obstante, tranquilizó a los uruguayos al señalar que "eso no quiere decir que la población uruguaya vaya a desaparecer", ya que todavía existe "una inercia demográfica del pasado que todavía la sostiene".