BRASILIA, 15 mar (Xinhua) -- Brasil tiene un amplio interés en establecer y fortalecer la cooperación en pesca y acuicultura con China, lo que ayudaría a desarrollar el potencial de los 8.500 kilómetros de costa del país sudamericano, donde la acuicultura marina es una industria todavía incipiente.
En entrevista exclusiva con Xinhua, el ministro de Acuicultura y Pesca de Brasil, André de Paula, recordó que China es el mayor productor de peces del mundo y uno de los principales desarrolladores de tecnologías sobre esta actividad.
De Paula asumió el cargo después de que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recreara el Ministerio de Acuicultura y Pesca tras su toma de posesión el 1 de enero.
"La recreación del ministerio es un hito para la organización del sector, enfocado en la sostenibilidad de los que viven de estos recursos naturales, así como para la mejora de las prácticas de captura, modernización de la flota pesquera y otros beneficios para el progreso del sector en Brasil", destacó el funcionario.
El PIB de la acuicultura y pesca brasileñas es cercano a los 25 mil millones de reales (4,72 mil millones de dólares), con una producción de 1,7 millones de toneladas y 400 millones de reales (75,5 millones de dólares) en exportaciones, además de una expansión sectorial del 10 por ciento anual.
Brasil es también el cuarto productor mundial de pescado y crustáceos centrado, sobre todo, en la explotación de la tilapia.
"Existe un enorme potencial de crecimiento, en particular para las prácticas acuícolas de producción y captura de peces en alta mar, para las que la cooperación china sería de gran relevancia, especialmente para proyectos de mejora de las flotas brasileñas", afirmó.
De Paula manifestó su confianza hacia la expansión del gran potencial de la pesca y la acuicultura para la seguridad alimentaria del pueblo brasileño, en particular para cumplir con el Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE) en los municipios más vinculados al sector, entre otros programas.
Cerca del 45 por ciento de toda la producción anual brasileña de pescado procede de la pesca artesanal, tanto en aguas continentales como marinas, con cerca de un millón de pequeños productores.
"En cuanto a la pesca industrial, existe un marco de cualificación progresiva y una expansión de la acuicultura. Tenemos cuatro millones de familias vinculadas al pescado y un millón de acuicultores. La industria emplea a unas 16.000 personas directa e indirectamente", señaló De Paula.
Actualmente, las especies nativas corresponden al 28 por ciento del total de la producción acuícola nacional, entre las cuales se encuentran tambaqui, curimata y pirarucu; que destacan tanto en los mercados nacionales como internacionales.
Sin embargo, para que la producción doméstica sea una realidad competitiva, son necesarias medidas que fomenten la cooperación entre empresas, instituciones de investigación y gobiernos con el fin último de estructurar la cadena acuícola como un todo.
"En este sentido, las iniciativas de cooperación con China pueden contribuir a la realización de estos esfuerzos", puntualizó el ministro, añadiendo que China es un ejemplo de acuicultura familiar a pequeña escala, aprovechamiento de espacios, reproducción de peces, crustáceos y moluscos y cultivo de algas.
"Las relaciones internacionales a favor de la acuicultura y la pesca, especialmente con China, podrán contribuir a la consolidación de cadenas de producción acuícola y pesquera reconocidas como más sostenibles, lo que podrá generar credibilidad y competitividad para ambos países en el mercado mundial de alimentos", afirmó.
"Al igual que con otros productos agrícolas y ganaderos, también trabajaremos para abrir nuevas oportunidades de exportación de nuestro pescado a China", apuntó.
El ministro destacó que Brasil se mantiene alineado con las medidas de protección y sostenibilidad de los recursos del mar, combatiendo la pesca ilegal, entre otras actividades, con el 30 por ciento de las aguas brasileñas bajo protección.