Imagen del 17 de mayo de 2023 de Miguel Angel Reigosa, creador del Museo del Whisky, sirviendo un single malt de 15 años en la barra del museo, en la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina. La ciudad argentina de Buenos Aires cuenta con un Museo del Whisky, reconocido a nivel internacional, nacido gracias a la pasión de su creador, Miguel Angel Reigosa. Un establecimiento que, además, ostenta varios récords mundiales. (Xinhua/Martín Zabala)
BUENOS AIRES, 17 may (Xinhua) -- La ciudad argentina de Buenos Aires cuenta con un Museo del Whisky, reconocido a nivel internacional, nacido gracias a la pasión de su creador, Miguel Ángel Reigosa. Un establecimiento que, además, ostenta varios récords mundiales.
El museo, ubicado en una casona de estilo inglés, se encuentra en el cruce las calles Monroe y Tronador, donde limitan los barrios de Villa Urquiza y Coghlan. Hasta el mismo concurren visitantes tanto argentinos como extranjeros para deleitarse con etiquetas imposibles de conseguir en otras partes del mundo.
"Mi sueño siempre fue tener un Museo del Whisky", contó Reigosa a Xinhua este miércoles durante una visita al lugar que, con una colección de 4.615 botellas, ha ingresado al Libro Guinness de los Récords como la colección más grande del mundo de botellas de esta bebida alcohólica.
Con esa cantidad, el Museo del Whisky de Argentina superó en número al repertorio de un museo escocés, que atesora 3.354 etiquetas. "Me han dicho que tener un Museo del Whisky aquí es como que un escocés tenga un Museo del Mate", la tradicional infusión de Argentina, sonrió el entrevistado.
La pasión de Reigosa por el whisky se formó cuando era adolescente y su padre le aconsejó que era "mejor tomar poco pero de buena calidad", en lugar de "tomar mucho pero sin calidad", algo habitual en los jóvenes argentinos durante sus reuniones y salidas de fin de semana.
En la primera planta del Museo del Whisky hay también una tienda, donde se venden etiquetas importadas que solo se encuentran ahí, mientras que en el segundo piso hay salas de varias de las mejores marcas para ser degustadas por los visitantes.
La tercera planta está destinada al museo, que a lo largo de casi 10 años sumó botellas que trajeron amigos de Reigosa en distintos viajes. "También a partir de viajes propios, subastas o compras a viejos almacenes de Buenos Aires, que tenían verdaderas reliquias", declaró el dueño de esta impresionante colección.
El museo cuenta, por ejemplo, con una de las tres botellas que se destilaron para el primer viaje del avión Concorde. Y con marcas como The Macallan, Royal Salute, Glenfiddich, Wild Turkey y Johnnie Walker que tienen sus propios espacios, en algunos de los cuales se pueden fumar puros y habanos.
"Tenemos incunables, también tenemos una botella de China en la colección. El mercado chino es un mercado pujante en lo que se refiere al whisky, es un mercado increíble y único porque tiene ediciones limitadas, de muchos años, elaboradas solo para ese mercado", puntualizó Reigosa.
En la colección sobresalen los whiskys escoceses, pero también hay vitrinas dedicadas al bourbon de Estados Unidos, así como etiquetas japonesas y otras de Gales.
Cada una de las botellas que atesora el lugar cuenta una historia pero hay algunas que destacan sobre otras. Reigosa elige la Royal Salute 62 Gun como la más valiosa de su colección. "Fue un regalo de la Reina Isabel, cuando fui invitado a su cumpleaños en 2010. Está firmada por Collin Scott, Brand Ambassador de Royal Salute", explicó.
La otra etiqueta que el entrevistado destaca es una de Old Parr, la misma que compartió con su padre, al que perdió cuando era joven.
El crecimiento del museo ha coincidido con un mayor interés de los consumidores en Argentina, destacando el de jóvenes y mujeres, lo que ha dado a la bebida un crecimiento reflejado en las barras de los bares, en las góndolas de los supermercados y en los hogares de Argentina.
"El whisky, y luego el coñac, son de las bebidas más nobles que existen. El whisky te levanta el ánimo, te pone bien y, a su vez, en los momentos malos o de cansancio, te relaja. Te ayuda. Es un compañero único, siempre y cuando lo respetes, como se debe respetar a cualquier bebida alcohólica", advirtió Reigosa.
El Museo del Whisky es, además, sede de la asociación Whisky Malt Argentina, que tiene unos 4.800 socios. "Son bienvenidos los visitantes y los turistas de China, que se podrán encontrar con cosas maravillosas, verdaderos artículos de colección", explicó el entrevistado.
"El whisky me ha llevado a lugares que nunca imaginé, por ejemplo, a realizar 32 viajes a Escocia desde 1994 a la actualidad", contó el hombre, que desde el año 2020 se convirtió en el único argentino nombrado "Keeper of the Quaich", máximo reconocimiento en el mundo del whisky.