BEIJING, 12 jun (Xinhua) -- En su primera visita a China, Michel Idiaquez, gerente de ventas de una compañía hondureña de café, encontró el producto de su país en un supermercado, pero pronto descubrió que el exportador era una empresa europea.
"Ahora que Honduras y China tienen relaciones diplomáticas, el café exportado por Honduras llegará a China directamente sin el costo de viajar alrededor del mundo", dice Idiaquez.
Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Honduras, en marzo pasado, los intercambios comerciales bilaterales están ganando ritmo rápidamente.
Según estadísticas aduaneras chinas, en los primeros cuatro meses de 2023 el valor total de las importaciones y exportaciones de China a Honduras alcanzó los 3.893 millones de yuanes (544,89 millones de dólares), cifra que representa un aumento interanual del 22,9 por ciento. Solo las importaciones se incrementaron un 229,5 por ciento.
En días recientes, más de 10 representantes de la comunidad empresarial hondureña, entre ellos Idiaquez, formaron parte de una delegación que visitó China en busca de oportunidades de cooperación comercial.
"El mercado chino ha abierto un nuevo horizonte hacia nuestro país", celebra Idiaquez, y señala que, con el establecimiento de los lazos diplomáticos, los precios de los productos hondureños serán más atractivos para el país asiático, creando negocios sostenibles y de beneficio mutuo.
Honduras es uno de los principales productores de café en el mundo. De acuerdo con datos del Gobierno hondureño, el café es el producto agrícola más exportado del país, representando cerca del 30 por ciento del producto interno bruto agrícola.
"El café, conocido como el 'grano de oro' en Honduras, genera riqueza para más de 120.000 familias en todo el país que se dedican a su cultivo", destaca Idiaquez, y asegura que los negocios con China traerán más ingresos a los caficultores, sobre todo, a los pequeños productores.
En las cafeterías de China, Idiaquez notó que los consumidores siempre buscan productos de la mejor calidad. "Tenemos seis provincias con diferentes denominaciones de origen, lo que ofrece una variedad de café para la creciente demanda de China", afirma.
Conociendo ahora personalmente la apertura y la inclusión del mercado chino, Idiaquez está lleno de confianza en la cooperación con China a futuro.
"Hemos concertado con importadores chinos que visitarán nuestras fincas para la próxima cosecha de noviembre a marzo", dice el empresario, quien se declara convencido de que recibirá muchos pedidos.
El potencial del mercado chino también es atractivo para Andrea Sierra, gerente de ventas de una comercializadora de productos acuáticos. "El mercado chino es inmenso y a su cultura le gusta comer muchos mariscos", indica Sierra, quien considera que China es un destino ideal para expandir su comercio.
Durante los cinco días que estuvo en China, la empresaria visitó diferentes compañías en las provincias de Fujian, Jiangsu y Hunan, así como en la capital nacional, Beijing. Ver el interés de los consumidores chinos por los camarones hondureños le causó gran emoción.
"Cuando regresemos a casa explicaramos a la asociación de acuicultores las características de este mercado, el potencial que tiene y el tema de precios, para analizar márgenes (de ganancia)", dijo.
De acuerdo con Sierra, los canales para tramitar las certificaciones sanitarias y los permisos para la exportación de camarones de Honduras a China ya están establecidos, y "pronto" podrá enviar sus primeros contenedores al país asiático.
Al mismo tiempo, espera que los dos países profundicen la cooperación para promover la liberalización y facilitación del comercio bilateral.
Aparte del aspecto económico-comercial, la tecnología de punta y el nivel de educación de China causaron una buena impresión a Sierra. Ella desea que los dos países fortalezcan la cooperación científica y tecnológica y los intercambios técnicos, con el fin de aprender de la experiencia de China para mejorar el nivel de producción agrícola y la construcción de infraestructuras en Honduras.
Otro integrante de la delegación fue el empresario hondureño de origen chino Jindong Wu, quien se ha dedicado al comercio internacional por más de 20 años. Wu cuenta que en el pasado enviaba productos acuáticos a China a través de intermediarios y podían tardar hasta medio año en llegar.
Hoy en día, los costos y la velocidad del transporte, la frescura de los productos y el flujo de efectivo están mejorando continuamente, por lo que los empresarios de ambos países tienen cada día más incentivos para participar en el comercio bilateral, afirma Wu.