BUENOS AIRES, 21 ago (Xinhua) -- Los resultados de las recientes elecciones primarias en Argentina, en los que un candidato "outsider" cosechó el 30 por ciento de los votos, muestran la frustración y el desencanto de los electores con la política en el país sudamericano, además de un corrimiento "hacia la derecha" de buena parte del electorado, según la visión de analistas y expertos.
La elección primaria realizada el 13 de agosto concluyó con la victoria del diputado liberal Javier Milei, del partido La Libertad Avanza (LLA), cuya plataforma incluye achicar el tamaño del Estado, reducir impuestos, cerrar o privatizar empresas públicas, cambiar la forma en que se financia el sistema educativo y de salud, además de la eliminación del Banco Central.
Milei cosechó 7.116.352 votos, el equivalente al 30,04 por ciento de los sufragios válidos, por delante del ministro de Economía y representante del espacio oficialista Unión por la Patria, Sergio Massa (5.070.104 votos) y de la exministra de Seguridad Patricia Bullrich (2015-2019), del frente opositor Juntos por el Cambio (4.022.466 votos).
"Lo de Milei es un impacto impresionante. Hubo un voto de bronca que fue manifiesto, un voto de rechazo a la clase política, a los partidos tradicionales", dijo en una entrevista reciente con esta agencia el experto Patricio Giusto, director de la consultora Diagnóstico Político.
El analista explicó que el resultado es la "expresión de una profunda frustración y de un rechazo a la política, no solamente a la actual sino en retrospectiva. La gente dijo 'me cansé de esto, que no ha funcionado'", planteó el politólogo y magíster en Políticas Públicas.
La elección primaria se desarrolló en un escenario complejo para la tercera economía de América Latina, que registró una contracción de su actividad económica del 5,5 por ciento interanual en mayo pasado y acumuló en los primeros siete meses del año una inflación de 60,2 por ciento, según datos oficiales. A ello se suma un extendido reclamo social por la inseguridad urbana y de soluciones ante la pobreza, que afecta al 39,2 por ciento de la población.
El experto Juan Germano, fundador de la consultora Isonomía, dijo ante Xinhua que "lo que se registró en las primarias no fue un pedido para cambiar el Gobierno, como pudo haber ocurrido en las elecciones de 2015 o en 2019, sino directamente un pedido para cambiar el sistema".
"A todos sorprendió la profundidad de la demanda de cambio, no se esperaba un mapa pintado todo de violeta, que es el color de LLA", dijo el profesor de Opinión Pública en la Maestría de Marketing Político en la Universidad del Salvador.
El consultor estimó que previo a las elecciones, cuando las encuestas daban a Milei una intención de voto cercana al 20 por ciento, "no se midió debidamente el clima social, que mostró enojo, miedo, abandono, tristeza, asco y furia, algo que terminó beneficiando al candidato liberal".
"Milei se apropió de la frase 'que se vayan todos'", una demanda que surgió tras la crisis social y económica que tuvo Argentina en 2001, remarcó Germano.
Agregó que Milei "ha criticado fuertemente a 'la casta política', con una mirada antisistema. Su resultado fue un shock político, y hay que recordar que ahora, de cara a las elecciones generales que se harán el 22 de octubre, mucha gente se sumará al carro del ganador".
Germano precisó que Milei cosechó muchos votos entre las personas menores de 30 años, especialmente hombres que viven en zonas urbanas y con empleos mal remunerados, un sector que suele votar al peronismo y que ahora está desencantado con la realidad política y social del país.
Otro dato saliente de la elección primaria lo dio la baja asistencia de votantes, un guarismo que llegó al 69 por ciento, por debajo del número habitual, que oscila entre el 76 por ciento y el 80 por ciento.
En ese marco, el sociólogo e integrante del Partido Comunista de Argentina, Marcelo Rodríguez, explicó a Xinhua que "la elección primaria en Argentina muestra que hay un corrimiento a la derecha. Es algo que ocurre en buena parte del mundo y ahora lo estamos verificando en nuestro país".
El entrevistado consideró que el "surgimiento de grupos de derecha extrema, incluye el pedido de mano dura, represión y quita de derechos, lo que debe analizarse dentro del contexto de crisis que atraviesa el capitalismo desde hace unos cuantos años".
"Hay una gran incertidumbre, pero no quedan dudas de que hay un avance muy fuerte de las propuestas de las derechas en el país y eso es muy preocupante en este panorama electoral", advirtió
El también director del Centro de Estudios y Formación Marxista Héctor P. Agosti (CEFMA) de Argentina señaló que "tras las primarias el escenario político del país muestra un panorama que nunca se ha vivido en el país, que es el de tener en octubre a tres fuerzas en condiciones de disputar, casi en pie de igualdad, el ingreso al balotaje previsto para noviembre".
"Queda por ver qué puede ocurrir con el voto de aquellos que eligieron opciones que no estarán en octubre por haber perdido en las primarias, y también habrá que ver en octubre qué ocurrirá con el voto de aquellos que no fueron a votar en agosto", afirmó Rodríguez.
En los comicios argentinos, para que una fórmula sea considerada ganadora deberá obtener el 45 por ciento de los votos válidos o el piso de un 40 por ciento con una diferencia de al menos 10 por ciento respecto de la segunda. A falta de estos resultados, habrá un balotaje el 19 de noviembre, compitiendo solo las dos fórmulas más votadas en octubre.
Para las elecciones generales la oferta electoral incluirá un total de cinco candidatos, entre ellos Milei, Massa y Bullrich. También serán de la partida el gobernador de la provincia de Córdoba (centro), el peronista Juan Schiaretti, y la dirigente de izquierda Myriam Bregman, que en las primarias cosecharon 907.437 votos y 442.085 sufragios, respectivamente.
Los comicios generales que se harán durante el décimo mes del año incluirán, además, la selección de 43 parlamentarios del Mercado Común del Sur (Mercosur); 24 senadores nacionales y 130 diputados nacionales.
