Por Chen Yuzheng, Sergio Gómez y Zhang Ni
BEIJING, 21 oct (Xinhua) -- La cooperación entre China y América Latina ha obtenido logros fructíferos en la construcción conjunta de la iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), lo que ha abierto una ventana de oportunidades para el desarrollo de la región en las áreas de infraestructuras, comercio, desarrollo económico, ecología y reducción de la pobreza, coincidieron expertos latinoamericanos que asistieron a la tercera edición del Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, celebrado recientemente en Beijing.
Desde que China propuso la iniciativa de la Franja y la Ruta hace 10 años, más de 150 países y más de 30 organizaciones internacionales se han sumado la iniciativa y se han firmado más de 200 documentos de cooperación, al tiempo que se han emprendido miles de proyectos pragmáticos.
América Latina y el Caribe se ha sumado a la Franja y la Ruta de manera activa, pues de los 33 países que la conforman, 22 ya han firmado documentos de adhesión. Además, China se ha mantenido en los últimos años como segundo socio comercial y tercera fuente de inversión para América Latina.
La tercera edición del Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional reunió a políticos, personalidades y expertos de los países asociados, con una importante presencia de América Latina y el Caribe.
RESPUESTA A PROBLEMAS URGENTES
La cooperación de la Franja y la Ruta aborda cuestiones de importancia crítica para la región, como el tema de las infraestructuras, el desarrollo, la educación, la innovación y la conectividad, asegura en entrevista con Xinhua Marcelo dos Santos, ejecutivo sénior del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe.
Dos Santos destaca los avances recientes en la logística para la exportación de alimentos y la conectividad, temas de máxima prioridad para la entidad regional de la que forma parte, pero asegura que hay mucho terreno para avanzar en los próximos años, especialmente en el crecimiento sostenible y la agenda verde.
En los últimos años, China y los países latinoamericanos han seguido reforzando la cooperación en infraestructuras ecológicas, transporte verde, energía verde y otros campos. Un creciente número de proyectos de cooperación de bajas emisiones de carbono y protección medioambiental han aterrizado en la región.
En la Conferencia de Empresarios de la Franja y la Ruta celebrada durante el foro, la plataforma digital china de transporte DiDi y BYD, fabricante chino de vehículo, firmaron un proyecto de cooperación con una empresa local de Brasil de alquiler de coches para aumentar la popularización y la aplicación de vehículos de nueva energía y la electrificación del alquiler de coches en línea en Brasil, lo que contribuirá al desarrollo de la economía digital local y el transporte sostenible.
"De aquí en adelante, la producción tendrá que estar basada en la sostenibilidad, las energías renovables, con menos polución y más descarbonización", de acuerdo con Dos Santos, quien califica la revolución verde como el "motor de la transformación productiva en los próximos años".
El experto brasileño confía en que la cooperación de la Franja y la Ruta pueda ayudar a América Latina en su camino de sostenibilidad ambiental, pues China cuenta con gran experiencia en las energías renovables y está a la vanguardia en las tecnologías para la nueva manufactura.
La reducción de la pobreza es otro campo con amplio potencial de colaboración en el marco de la IFR, apunta el argentino Patricio Hernán Barreiro, Director de Desarrollo Institucional y Cooperación Internacional del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento.
El académico argentino señala que la pobreza es un reto presente en la inmensa mayoría de los países del Sur Global, pero la respuesta a esta problemática no puede ser única para todos, sino que debe que ser construida "a medida" para cada caso específico.
En el marco de la IFR, los flujos comerciales bilaterales entre China y América Latina han seguido profundizándose y la escala del comercio ha aumentado constantemente. Los datos del Ministerio de Comercio de China muestran que, desde 2012, China se ha mantenido como el segundo mayor socio comercial de América Latina.
En 2022, el comercio entre China y América Latina se acerca a los 500.000 millones de dólares estadounidenses, manteniendo un alto crecimiento durante seis años consecutivos.
Hernán Barreiro refiere que, en el caso de América Latina y el Caribe, la mejora en infraestructura, los servicios de transporte y la conectividad digital, impulsados por la Franja y la Ruta, pueden hacer crecer el comercio y permitir un efecto derrame para los países asociados.
UNA PLATAFORMA INCLUSIVA
La IFR es una iniciativa propuesta por China, pero las oportunidades y los frutos traídos son compartidos por todo el mundo, coincidieron los expertos.
Tanto los países grandes como los pequeños tienen cabida en la Franja y la Ruta, un proyecto que busca "conectar el mundo", desde Asia y Europa hasta África y América Latina y el Caribe, sin olvidar las naciones insulares del Pacífico, afirma el académico dominicano Luis Rafael González Hernández, director del Centro de Análisis y Estudios Internacionales de la Universidad del Caribe.
Según González Hernández, que ha viajado a China en casi una treintena de ocasiones y ha participado dos ediciones del Foro de la Franja y la Ruta, la IFR no es una cooperación Norte-Sur ni Sur-Sur, sino una plataforma inclusiva en la que "todos participamos y podemos y debemos y estamos llamados a ganar y avanzar hacia una nueva era".
"La esencia de esta iniciativa es una conexión más allá de lo material, una conexión humana, y finalmente una nueva forma de cooperación enfocada en ganar-ganar", añade.
González Hernández resalta en específico la importancia de la "construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad", que está en el núcleo de la IFR desde su propia fundación. "Si entendemos que la civilización occidental no es superior que ninguna otra y viceversa, lograremos procurar la idea esencial de la IFR. Cuando los adversarios y los enemigos no sean los otros países y seamos hermanos, estaremos dando un paso inmenso a una nueva era de paz", afirma.
Hernán Barreiro está de acuerdo en la importancia del Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, especialmente esta tercera edición, que ofrece una excelente plataforma para que los académicos de distintos países puedan hacer diálogos y trabajar juntos para resolver los problemas reales internacionales, tales como el cambio climático y los temas relacionados con la seguridad global.
"Es muy enriquecedor conocer la perspectiva de los distintos países que formamos parte del Sur Global, que tienen realidades muy diferentes, pero que al mismo tiempo pueden encontrar soluciones similares", de acuerdo con Hernán Barreiro.
UNA OPORTUNIDAD DE GANAR-GANAR
En el mundo actual de proteccionismo creciente e incertidumbre cada vez mayor de la economía mundial, la IFR, basada en el concepto de "consultas conjuntas entre todas las partes, contribuciones y beneficios compartidos", seguirá abriendo una ventana de oportunidades para la región latinoamericana.
"En un mundo que está siendo tomado por el proteccionismo y donde muchos miran solo hacia lo interno, la IFR ofrece una alternativa a los países de America Latina y el Caribe de contribuir con su propio desarrollo sostenible, pero de una forma conectada", de acuerdo con el experto brasileño.
Durante la tercera edición se lograron un total de 458 resultados, muchos más que en el segundo Foro de la Franja y la Ruta, incluyendo una serie de iniciativas importantes de cooperación y contratos comerciales por valor de 97,2 mil millones de dólares, lo que creará más oportunidades de empleo y crecimiento para todo el mundo.
Para Hernán Barreiro, las economías de China y América Latina tiene una alta complementariedad y demandas comunes para realizar un desarrollo sostenible. La IFR tiene el potencial de promover el establecimiento de un sistema global más equitativo y colaborativo, así como fortalecer el entendimiento mutuo entre las civilizaciones, la tolerancia y la paz global.
"China envía un mensaje claro de que la IFR se funda en un tipo de cooperación diferente, que no es la basada en la ganancia de suma cero, que para yo ganar tú tienes que perder", asegura por su parte el académico dominicano. "China ha demostrado que se puede ganar-ganar".