BUENOS AIRES, 21 oct (Xinhua) -- Juan Schiaretti, gobernador de la provincia argentina de Córdoba (centro), busca con su candidatura presidencial representar a los ciudadanos del interior del país y a quienes están alejados de la pelea entre kirchnerismo y antikirchnerismo en las elecciones generales que se realizarán mañana domingo en el país.
El dirigente político, contador público de profesión, nació el 19 de junio de 1949 en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba.
Está casado con Alejandra Vigo, senadora nacional por Córdoba, y tiene dos hijos, Mariano y Andrea, de un matrimonio con su primera esposa, Myriam Schurig, ya fallecida.
El dirigente, apodado "Gringo", gobierna la provincia de Córdoba, el segundo distrito electoral más grande del país después de la provincia de Buenos Aires, desde 2015. Ya había sido gobernador previamente, de 2007 a 2011.
Hijo de un obrero ferroviario, desde joven abrazó el ideario del peronismo de izquierda.
En 1975 fue amenazado por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina, un grupo parapolicial del peronismo de derecha), por lo que se mudó primero a la provincia de Neuquén (sur), y luego, con el golpe militar de 1976, se exilió en Brasil.
Tras el regreso de la democracia en Argentina en 1983, el dirigente volvió al país y se vinculó con la Fundación Mediterránea, cuyo referente era el economista Domingo Cavallo.
Schiaretti fue secretario de Industria y Comercio de 1991 a 1993, e interventor federal de la provincia de Santiago del Estero (norte) de 1993 a 1995, ambos cargos durante el gobierno del ex presidente Carlos Menem (1989-1999).
Luego se desempeñó como ministro de Producción de la provincia de Córdoba de 1999 a 2001, cuando fue elegido diputado nacional.
A partir de 2003 ejerció como vicegobernador de Córdoba, acompañando durante cuatro años al dirigente José Manuel de la Sota, y en 2007 se convirtió en el gobernador provincial, también por cuatro años.
Con un estilo atildado, y con su reconocible acento del interior del país, Schiaretti ha propuesto hacer a nivel nacional lo que logró en la provincia de Córdoba, que registra un superávit fiscal primario desde 2019 a la actualidad.
"En Argentina urge que se estabilice la economía y que consigamos bajar drásticamente la inflación, para llegar a un valor razonable como los que tienen nuestros países hermanos", dijo el pasado jueves durante el cierre de campaña.
En las primarias de agosto su espacio, Hacemos por Nuestro País, recogió el 3,71 por ciento de los sufragios, ubicándose en cuarto lugar, detrás de La Libertad Avanza (29,86 por ciento), de Juntos por el Cambio (28 por ciento) y del oficialista Unión por la Patria (27,28 por ciento).
"Argentina debe recuperar el funcionamiento institucional correcto y esto significa respetar la Constitución, la independencia de poderes, la libertad de prensa, y superar la grieta entre kirchnerismo y antikirchnerismo", planteó recientemente el candidato.
También ha hecho hincapié en lograr un "federalismo real", con distribución equitativa de los recursos entre provincias y gobierno federal, ha propuesto bajar los impuestos a las exportaciones agropecuarias y desdoblar el mercado cambiario, con un tipo de cambio competitivo que permita exportar y cuidar a la industria nacional.
















