Imagen del 17 de noviembre de 2023 de un modelo presentando una guayabera durante una pasarela realizada en la galería Carmen Montilla de la antigua Habana, capital de Cuba. Desde hace alrededor de una década, el diseñador cubano Jordi Leal tuvo el atrevimiento de "modernizar" la guayabera, prenda nacional de Cuba, e incluirle adaptaciones de la moda tradicional de China en su confección, entre muchos otros cambios. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Por Lisandra Cots
LA HABANA, 18 nov (Xinhua) -- Desde hace alrededor de una década, el diseñador cubano Jordi Leal tuvo el atrevimiento de "modernizar" la guayabera, prenda nacional de Cuba, e incluirle adaptaciones de la moda tradicional de China en su confección, entre muchos otros cambios.
Aunque no posee formación académica como diseñador, su pasión y aportes a esta pieza de vestir le han ganado en su país el sobrenombre de "El Rey de las Guayaberas".
Los diseños de Leal no dejan indiferente a nadie y su incesante búsqueda por romper con los patrones clásicos en la confección de las guayaberas lo llevó a añadirles elementos de la cultura china, como sus tradicionales cuellos.
Sus propuestas rompen con los diseños antiguos de la prenda. Además de los cuellos chinos atraen la atención las mangas acampanadas, largas o cortas, los escotes en el frente y la espalda "más o menos pronunciados", e incluso confiesa que "las hemos diseñado hasta sin bolsillos", como la guayabera que luce al momento de su entrevista con Xinhua.
"¿Quién va a decir que no es una guayabera?", dijo en tono jocoso el diseñador cubano, al tiempo que aclaró a Xinhua que siempre respeta en cada propuesta los elementos que identifican a la prenda nacional de Cuba como son las hileras de alforza, los canesús superiores e inferiores, en el frente y la espalda, así como la cantidad de botones (alrededor de 30).
La prenda, decretada símbolo de la nacionalidad cubana, en la actualidad combina modernidad y tradición, de ahí que Leal se propuso reivindicar su uso a través del proyecto "Guayaberas J. Leal".
Su más reciente pasarela tomó por escenario la galería Carmen Montilla de la antigua Habana, donde una docena de modelos lucieron sobre sus cuerpos singulares guayaberas decoradas con paisajes de diferentes rincones de Cuba.
Se trata de la colección "Cuba isla bella", compuesta por prendas ilustradas con motivos que identifican a cada provincia y a las 15 ciudades patrimoniales de la nación caribeña, e incluía una exposición de artes plásticas en las celebraciones por el 504º aniversario de la fundación de la capital cubana y los 15 de la creación de la Red de Ciudades Patrimoniales de Cuba.
"Lo que más me gusta es que no son las clásicas, sino que están personalizadas", dijo a Xinhua Beatriz Campoalegre, una cubana que desde hace 30 años reside en Bélgica y quien llegó a La Habana para participar en la IV Conferencia "La Nación y la Emigración", que comenzó este sábado en la capital del país.
Casi sin salir del asombro, Campoalegre, quien presenció el desfile del diseñador cubano junto a otros delegados a la reunión, historiadores y conservadores de la Red de Ciudades Patrimoniales de Cuba, comentó que las prendas de Leal son "especiales".
"Son especiales, quisiera tenerlas todas y llevármelas a Bélgica para que allá puedan ver la belleza de Cuba", aseguró tras la pasarela.
Leal es creador de una treintena de colecciones de modas, entre ellas 26 dedicadas a las guayaberas y ha logrado convertirse en referente del diseño de esta vestimenta, trascendiendo las fronteras de la isla y ganando reconocimiento en otras latitudes, como México, Panamá, Colombia y hasta en naciones distantes geográficamente como China.
"Es una prenda que creo que todos la podemos lucir, adaptándola a la manera de vestir de cada país. Ver la repercusión que tienen y cómo trascienden las fronteras de Latinoamérica me llena de orgullo", confesó a Xinhua el también modelo y emprendedor, quien además aseveró que hay un creciente interés del mercado asiático por la prenda cubana.
Según cuenta una de las leyendas alrededor del surgimiento de la guayabera, su historia se remonta a mediados del siglo XVIII, cerca del río Yayabo, entonces Villa del Espíritu Santo (hoy Sancti Spíritus, en el centro de la isla), cuando un campesino le pidió a su esposa que le hiciera una vestidura que le resultara cómoda para sembrar la tierra y guardar los tabacos que él torcía.
La mujer diseñó y cosió una prenda de color blanco con largos bolsillos y en evocación al río de cristalinas aguas la bautizó como "yayabera", nombre que derivó en el actual vocablo que nombra a la prenda nacional cubana.
Leal quiere restituirle a la guayabera el sitio que le corresponde dentro del espacio sociocultural de la nación y "que nunca debió perder" y asegura que, para él, decir guayabera es igual a decir identidad cubana.
"No podemos imponerle a la población usar una guayabera, pero sí traerles una propuesta diferente", afirmó.
Explicó a Xinhua que, entre sus proyectos inmediatos, figura la edición de un libro sobre la historia de la guayabera con la colaboración de reconocidos historiadores, fotógrafos e ilustradores cubanos, el cual quiere destinar también a las instituciones educativas de la isla.
"Hemos perdido terreno, pero aún estamos a tiempo de recuperarlo", aseguró.
Imagen del 17 de noviembre de 2023 de modelos presentando guayaberas durante una pasarela realizada en la galería Carmen Montilla de la antigua Habana, capital de Cuba. Desde hace alrededor de una década, el diseñador cubano Jordi Leal tuvo el atrevimiento de "modernizar" la guayabera, prenda nacional de Cuba, e incluirle adaptaciones de la moda tradicional de China en su confección, entre muchos otros cambios. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Imagen del 17 de noviembre de 2023 de modelos presentando guayaberas durante una pasarela realizada en la galería Carmen Montilla de la antigua Habana, capital de Cuba. Desde hace alrededor de una década, el diseñador cubano Jordi Leal tuvo el atrevimiento de "modernizar" la guayabera, prenda nacional de Cuba, e incluirle adaptaciones de la moda tradicional de China en su confección, entre muchos otros cambios. (Xinhua/Joaquín Hernández)