BUENOS AIRES, 20 nov (Xinhua) -- A medida que se acerca el 10 de diciembre, fecha en la que el presidente electo argentino, Javier Milei, asumirá su mandato, prevalecen incertidumbres en torno a sus políticas económicas, aun cuando la orientación política de la próxima administración es "claramente de corte neoliberal", indicó hoy lunes el economista Hernán Bergstein.
La privatización de empresas públicas, un eventual cierre del Banco Central de la República Argentina (BCRA) propiciando la dolarización y una estricta reducción del gasto público componen el escenario de mediano y largo plazos que se vislumbra para el país suramericano y ante el cual podría desencadenarse una fuerte respuesta social, aseguró en entrevista a Xinhua el consultor independiente y profesor en la Universidad Nacional de Quilmes (Unqui).
"Hay que esperar al próximo 10 de diciembre para ver las políticas económicas de Milei, ya que durante su campaña electoral hubo muchos avances y retrocesos respecto de sus declaraciones; por ende, la verdadera cara de Milei no es del todo clara, pero en términos económicos y en función de lo que él representa seguramente va a ser un gobierno de corte neoliberal", señaló.
Para Bergstein, el gobierno entrante se presenta como una fuente de transformaciones radicales, donde las políticas neoliberales podrían redefinir la economía argentina, pero también generan preocupaciones sobre el bienestar de las clases más vulnerables y la estabilidad del país.
"La privatización de empresas, incluyendo la de medios de comunicación públicos, está en la agenda; esto plantea riesgos laborales significativos y sugiere un giro hacia políticas económicas neoclásicas, donde la reducción salarial se considera una estrategia viable", dijo el también profesor en la Universidad Nacional de Lanús.
Sobre ese punto, agregó que los neoclásicos "ven el salario como un costo más al que hay que bajar, por lo que si a una eventual baja del salario le añadimos una quita de subsidios, estamos hablando de una gran caída del salario de los trabajadores argentinos".
Respecto a las condiciones actuales de la economía argentina, Bergstein señaló que el escenario que deja la administración saliente es de una pobreza de más del 40 por ciento, alta inflación, un desempleo relativamente bajo y, por último, un alto nivel de endeudamiento que incluye los compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que persisten desde mediados de 2018.
"Hay una gran deuda con el FMI, son pagos que va a tener que realizar la próxima administración y que considero que directamente no va a revaluar, no va a ver si esa deuda es legítima o ilegítima, sino que directamente pagará", apuntó el economista.
"Además, vemos a un próximo mandatario que ha dicho que aplicaría políticas económicas más fuertes que las propias del Fondo Monetario Internacional, es decir, que sería más exigente que el Fondo, lo cual podría generar muchos problemas en la sociedad argentina", enfatizó.
El economista se refirió al planteamiento del presidente electo sobre el posible cierre del Banco Central, lo que, en su versión, podría desencadenar en una marcada depreciación del peso argentino en el corto plazo.
La desconfianza en la moneda local, alimentada por las críticas de Milei durante la campaña, podría llevar a una creciente demanda de dólares, aumentando su precio, indicó.
En términos productivos, el economista afirmó que el mandatario electo "se enfrentará con grandes extensiones de producción de litio, un negocio que en Argentina viene creciendo mucho y que, por lo tanto, tendrá el beneficio de aprovechar estos dólares que entran al país, mientras, en paralelo, analiza si la explotación litífera estará en manos del Estado o de empresas".
"Resta por ver cuánto de esa explotación queda para el país, y en esa misma línea con la producción y exportación de soja (soya), del gas y el petróleo de la región de Vaca Muerta (de la provincia sureña de Neuquén), lo mismo con la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales y con los recursos pesqueros del país, recursos realmente valiosos que posiblemente queden en manos de privados y extranjeros", remarcó.
De igual forma dibujó un panorama de fuerte respuesta social a las políticas neoliberales del próximo gobierno, en la medida que éstas se traduzcan en una acentuación de la vulnerabilidad.
"Los escenarios económicos y políticos van de la mano, por tanto, imagino calles con mucha movilización, en caso de que el gobierno avance en una quita gradual de derechos a las personas, derechos económicos, sociales o políticos, porque se estaría ante políticas económicas que generan un rechazo y una lucha por parte de muchos trabajadores", añadió el economista.