MONTEVIDEO, 20 nov (Xinhua) -- El vínculo entre Uruguay y China pasa por un momento récord en lo comercial y puede afianzarse en diversas áreas como energías renovables y tecnología aplicada en el agro y turismo, opinó el académico uruguayo Ignacio Bartesaghi.
"China es una política de Estado", dijo a Xinhua Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales y director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica del Uruguay (UCU).
Recordó que desde que Uruguay y China establecieron relaciones en 1988, todos los presidentes uruguayos viajaron en misión oficial a China al menos una vez en su mandato y que, en consecuencia, hoy en día China es el principal socio comercial de Uruguay.
Las exportaciones del país sudamericano alcanzaron un récord en 2022 y China fue su mayor cliente captando el 28 por ciento del total, mientras el intercambio comercial bilateral logró un máximo de 6 mil millones de dólares estadounidenses, según cifras oficiales.
El experto indicó que "estamos preparados para dar un salto" y "pasar a otro escalón en la relación estratégica con China", sobre todo en cuanto a las energías renovables, ya que los Gobiernos de Uruguay y China "coinciden en la promoción de la transición energética y la lucha contra el cambio climático".
"Gran parte de nuestra matriz energética está sostenida por energías renovables, pero a la vez precisamos tecnología", que puede aportar China, que es líder en la materia, por ejemplo en movilidad eléctrica y paneles solares.
Asimismo, en seguridad alimentaria hay un "potencial relevante" y los dos países comparten una lógica de sostenibilidad que permite cumplir estándares "para llegar a una producción más sostenible".
"En esta progresividad precisamos de la cooperación de China porque necesitamos la tecnología", indicó, agregando que Uruguay puede aportar conocimiento en su actividad como país agrícola-ganadero y productor de carne bovina, soja, celulosa, madera, lácteos y lana.
En un escenario de "cooperación profundizada", la tecnología de China aplicada a la agricultura sería "revolucionaria para Uruguay", estimó.
Para el investigador, "somos un gran productor de alimentos a China y tenemos ahí una potencialidad para crecer" con garantías de inocuidad y seguridad alimentaria.
Bartesaghi planteó, igualmente, la necesidad de trabajar para atraer al turismo chino y posicionar a Uruguay como uno de los destinos de América del Sur para ese público.
Otra potencialidad pasa por la atracción de un mayor flujo de inversión china, que incluya asociaciones con empresas uruguayas, en tanto Uruguay tiene un entorno empresarial "estable" y un "mercado abierto" que puede servir como ensayo para otros territorios y trampolín en la región como miembro del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay).
"Lo que ocurre es que para avanzar en inversiones no es solo pedirle a China que invierta en Uruguay, Uruguay tiene que tener claro en dónde necesitamos esas inversiones", estableció el experto.
A su vez, el académico remarcó que Uruguay fue el primer país de Sudamérica en firmar un memorando de entendimiento sobre la Franja y la Ruta, y subrayó que su país es miembro del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB) y del Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS (NBD BRICS).
Señaló como prometedor el proceso de internacionalización de la moneda china renminbi (RMB).
"Creo que podemos tener diferentes áreas de cooperaciones recíprocas teniendo en cuenta la asimetría de los dos países", evaluó.
De acuerdo a su planteo, la agenda política y de cooperación también puede pasar por defensa, salud pública, agricultura.
"Es necesario profundizar la relación con China entendiendo que ya no es solo una relación de comercio, sino que tiene que haber una discusión política, de la agenda global, de las inversiones y de la cooperación y temas culturales", indicó.
Los institutos Confucio, en este sentido, juegan su papel, pero las universidades deberían incrementar los intercambios, mencionó Bartesaghi, y puso como un ejemplo a seguir a la UCU y su convenio de intercambio y cursos con la Universidad de Tsinghua.
"A pesar de la distancia entre Uruguay y China, los intercambios culturales entre ambos países han ido en aumento a medida que sus lazos económicos y comerciales se han estrechado aún más", resaltó.
"Tengo plena confianza en el futuro desarrollo de las relaciones entre Uruguay y China", concluyó Bartesaghi.