BUENOS AIRES, 12 jun (Xinhua) -- El ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, anunció hoy la finalización de la estrategia de "tasa real negativa" implementada por el Gobierno en conjunto con el Banco Central (BCRA), una política que se había aplicado durante los primeros meses del mandato del presidente Javier Milei con el objetivo de mejorar el balance de la entidad monetaria y que consiste en mantener la tasa de interés nominal por debajo de la inflación.
Durante su participación en un evento de finanzas e inversiones celebrado en la ciudad de Buenos Aires (capital), Caputo se refirió a una importante operación financiera llevada a cabo este miércoles en la que, según dijo, se le dio al mercado "la señal de que la función de la tasa real negativa de los primeros meses ya cumplió su objetivo".
El titular de la cartera económica añadió que "ahora lo que se crea de dinero primario por pasivos remunerados ya no es un problema mayor", definiendo así el fin de una estrategia de licuación que había sido una de las columnas sobre las que se apoyó el programa monetario desde el cambio de Gobierno.
"Desde el lado monetario se hizo un trabajo fenomenal del Banco Central", apuntó Caputo, al tiempo que cuestionó las críticas sobre la estrategia diseñada para bajar el ritmo inflacionario en la medida que se mantiene una política de reducción de la tasa de interés de referencia.
En ese sentido, explicó que una tasa de interés alta hubiese impactado en los rendimientos que debe cancelar la entidad monetaria por los pasivos remunerados que mantiene.
"Si hubiésemos seguido el libro y poníamos tasas positivas, por el lado de la creación primaria de dinero hubieran explotado los intereses endógenos de los pasivos remunerados y nos habrían forzado a emitir una base monetaria por mes y podríamos estar en hiperinflación; y sería imposible salir de esa trampa", señaló.
Por otra parte, el ministro de Economía reiteró que de aprobarse la Ley de Bases, una norma clave para el Ejecutivo que hoy se discute en el Senado, se reducirá en 10 puntos el "impuesto País", un tributo aplicado a ciertas importaciones, compra de divisas y pagos en el exterior.
"Lo vamos a retrotraer y a medida que tengamos superávit fiscal, vamos a seguir bajando impuestos", afirmó.
La víspera, el titular de Economía indicó que la eventual baja del impuesto, que pasaría del 17,5 por ciento actual al 7,5 por ciento, no implicará una nueva devaluación de la moneda local ni un cambio en el ritmo mensual de depreciación de 2 por ciento (crawling peg) en el tipo de cambio oficial.








