PANAMÁ, 22 dic (Xinhua) -- El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, exigió hoy domingo "respeto" tras las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien difundió el sábado la posibilidad de exigir la recuperación del control del Canal de Panamá, en caso de que no bajen las tarifas de peaje a los barcos estadounidenses.
Mulino expresó a través de un video divulgado en redes sociales que con el próximo Gobierno de Estados Unidos que comenzará el 20 de enero de 2025 aspira a mantener una relación "respetuosa".
"Temas de seguridad como la migración ilegal, el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado deben ser prioridad en nuestra agenda bilateral, ya que son una amenaza real que nos debe preocupar y mucho", indicó.
El mandatario panameño sostuvo que cada metro cuadrado del Canal de Panamá y su zona adyacente es de la nación de América Central y "lo seguirá siendo", pues "la soberanía e independencia de nuestro país no son negociables".
Recordó que en los tratados firmados en 1977 por los entonces presidentes de Panamá, Omar Torrijos (1968-1989) y de Estados Unidos, Jimmy Carter (1977-1981), conocidos como Tratados Torrijos-Carter, se acordó la disolución de la antigua Zona del Canal.
Se reconoció así la soberanía panameña y la entrega completa del Canal a Panamá que finalizó el 31 de diciembre de 1999.
Los Tratados Torrijos-Carter establecieron la neutralidad permanente del Canal de Panamá, recordó Mulino, "garantizando su funcionamiento abierto y seguro para todas las naciones (...) cualquier posición contraria carece de validez".
Mulino adelantó que el próximo 31 de diciembre los panameños celebrarán los 25 años de gestión de la vía interoceánica en manos panameñas.
A decir del presidente panameño, desde su inicio no hubo objeciones ni reclamos, al contrario, "ha sido motivo de fuerte apoyo internacional y orgullo nacional", al representar hoy en día "un gran activo que aporta miles de millones de dólares" a la economía panameña.
Respecto a las tarifas, Mulino subrayó que "no son un capricho. Se establecen de manera pública y en audiencia abierta, considerando las condiciones del mercado, la competencia internacional, los costos operativos y las necesidades de mantenimiento y modernización de la vía interoceánica".
"Seguirá estando en manos panameñas como patrimonio inalienable de nuestra nación y garantizando su uso para el tránsito pacífico e ininterrumpido de naves de todas las naciones, como lo establece la Constitución y el Tratado de Neutralidad", sostuvo el mandatario panameño.