ENTREVISTA: Sequía deja huellas en la actividad agrícola y complica situación fiscal de Argentina | Spanish.xinhuanet.com

ENTREVISTA: Sequía deja huellas en la actividad agrícola y complica situación fiscal de Argentina

spanish.news.cn| 2023-05-20 10:00:17|
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BUENOS AIRES, 19 may (Xinhua) -- Las consecuencias de la fuerte sequía en Argentina, apreciada con más fuerza en el primer trimestre del año, sumó a las pérdidas estimadas en 20.000 millones de dólares por concepto de exportaciones otros efectos graves en la economía local, como daños a la cadena del agro y mayores complicaciones en el ámbito fiscal, opinó hoy viernes el economista Adrián Gutiérrez Cabello.

El entrevistado, quien integró una investigación sobre los efectos de la sequía desde la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín, donde también es profesor, mencionó, en diálogo con Xinhua, algunos de los resultados dejados por tres años consecutivos del fenómeno climático de la Niña, entre los que se encuentra una acentuación del déficit fiscal.

"La economía ha sido afectada en muchos frentes sensibles, tanto para el Gobierno como en la economía nacional en general, con una pérdida de exportaciones estimada en al menos 20.000 millones de dólares, esta disminución en las exportaciones implica una menor disponibilidad de divisas para el Banco Central (BCRA)", sostuvo el profesor universitario.

De esa cifra, comentó el analista, se estima que alrededor de 16.000 millones de dólares sean por las pérdidas relacionadas a los despachos de soja y maíz y otros 4.000 millones a menores exportaciones de trigo.

Pero además de las exportaciones que ya complican la disponibilidad de divisas del país sudamericano, parte de la cadena del agro, incluyendo la actividad del sector logístico, del transporte y del acopio, se ha visto y se seguirá viendo afectada por la seca.

Todo ello tras "una disminución en el volumen de granos cosechados hasta marzo que representa una pérdida de 45 millones de toneladas, aproximadamente", advirtió Gutiérrez Cabello.

"Esto se traduce en aproximadamente 1.500.000 viajes menos por camión, considerando un promedio de carga de 30 toneladas por viaje, a esto se suma la pérdida de ingresos para quienes brindan servicios agropecuarios después de la cosecha, como transporte, almacenamiento, acopio y logística", señaló el investigador.

"Además, hay una pérdida de ingresos para los prestadores de servicios de la cosecha, tanto por el rendimiento disminuido como porque los campos ni siquiera pudieron producir lo suficiente como para utilizar las cosechadoras, por ejemplo", agregó.

El también coordinador del Centro de Economía Regional (CERE) apuntó entre otras consecuencias a una más compleja situación fiscal que deviene, en primer término, al alivio que deben otorgarse a los productores afectados y, en segundo lugar, a una menor recaudación que se deriva de menos derechos de exportación cobrados y de menores impuestos a razón de la disminución de la actividad del sector.

Esta realidad complejiza la situación del déficit fiscal en Argentina generando en consecuencia la inviabilidad de las metas cuantitativas contempladas inicialmente en el acuerdo financiero vigente con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Originalmente, la pauta acordada con el FMI era de un déficit fiscal del 1,9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año; sin embargo, solo el déficit fiscal directamente relacionado con la sequía podría ser de aproximadamente el 1,1 por ciento del PIB", indicó Gutiérrez Cabello.

"Esto significa que, si no hay una recuperación económica que compense esta pérdida, el déficit fiscal podría llegar al menos al 3 por ciento este año", acotó.

Para el investigador, se trata de la sequía más grave en casi dos décadas por su extensión en el tiempo. Ante ello, los productores se han visto seriamente afectados y las medidas económicas tomadas por el Gobierno, aun cuando puedan orientarse a paliar los efectos, terminan inmersas en el complejo escenario macroeconómico.

"Por ejemplo, el aumento de las tasas de interés por parte del Banco Central es para contener al dólar, pero también encarece el crédito y afecta a los productores que han perdido dinero y necesitan financiarse, complicando aún más su situación", señaló Gutiérrez.

"También se encarece el consumo, porque en tanto esta subida también afecta la inversión, se necesita una mayor rentabilidad para acceder a ese financiamiento", señaló Gutiérrez.

El coordinador del CERE además se refirió a las iniciativas que adelanta el Gobierno de Argentina con Brasil y el ya anunciado acuerdo con China, para pagar importaciones en monedas locales, lo que en su versión también se enmarca en el contexto de la fuerte fragilidad macroeconómica derivada de la sequía.

"La falta de esos 20.000 millones de dólares tiene un impacto significativo en la capacidad de importación y funcionamiento de la industria y de la economía en general. La industria es un sector que demanda una gran cantidad de insumos importados para operar eficientemente y la falta de estos recursos compromete la capacidad de funcionamiento de la economía, incluyendo las reservas internacionales", concluyó el experto. 

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